6/05/2017, 15:56
Pese a la tranquilidad que la chica inútilmente intentó transmitirle, el chico no pudo obviar el detalle tan dantesco de esa gran cantidad de sangre en su cuerpo y la nieve. También cabe decir que es algo normal ese tipo de reacción, puesto que cualquier persona normal habría muerto en éste tipo de situación. Pero oye, que lo único que la tenía a raya había sido el hambre, así como el estar perdida deambulando. A ésto, le pegó un tercer bocado al susodicho pan, que para ella estaba siendo todo un manjar digno de dioses.
—Si, si... puedes estar tranquilo por eso. —insistió tras tragar el pan.
La pelirroja se deshizo por completo ahora de la capa de viaje que bien la resguardaba, y se la tendió al chico. ¿Sería suya? Había de ser del chico, puesto que no recordaba jamás haber comprado una capa como esa... aunque a saber si no era meramente olvido a causa de morir. Vaya desdicha...
Éste quedó extrañado ante la pregunta de la chica, que inquiría saber su nombre. Preguntó si no se acordaba, y ciertamente era así, pero igualmente lo facilitó al parecer por segunda vez. Lejos de dejarlo estar, el chico volvió a preguntar si se encontraba bien. La pelirroja sonrió al fin, y afirmó con un gesto firme de cabeza. Mala decisión, teniendo en cuenta lo que le dolía desde hacía rato. De pronto, hasta la vista se le nubló parcialmente. Dejó caer incluso el pan, en pos de sujetarse la cabeza con ambas manos.
—B-bueno... me duele un poco la cabeza, pero no es nada... seguro se me pasa. —contestó a la pregunta de si podían irse.
La chica se levantó a duras penas había vuelto a recoger el trozo que restaba de pan, y no dudó un solo segundo en comerselo.
—Lo que no te mata, te hace mas fuerte. —bromeó.
—Si, si... puedes estar tranquilo por eso. —insistió tras tragar el pan.
La pelirroja se deshizo por completo ahora de la capa de viaje que bien la resguardaba, y se la tendió al chico. ¿Sería suya? Había de ser del chico, puesto que no recordaba jamás haber comprado una capa como esa... aunque a saber si no era meramente olvido a causa de morir. Vaya desdicha...
Éste quedó extrañado ante la pregunta de la chica, que inquiría saber su nombre. Preguntó si no se acordaba, y ciertamente era así, pero igualmente lo facilitó al parecer por segunda vez. Lejos de dejarlo estar, el chico volvió a preguntar si se encontraba bien. La pelirroja sonrió al fin, y afirmó con un gesto firme de cabeza. Mala decisión, teniendo en cuenta lo que le dolía desde hacía rato. De pronto, hasta la vista se le nubló parcialmente. Dejó caer incluso el pan, en pos de sujetarse la cabeza con ambas manos.
—B-bueno... me duele un poco la cabeza, pero no es nada... seguro se me pasa. —contestó a la pregunta de si podían irse.
La chica se levantó a duras penas había vuelto a recoger el trozo que restaba de pan, y no dudó un solo segundo en comerselo.
—Lo que no te mata, te hace mas fuerte. —bromeó.