7/05/2017, 23:03
A pesar de mi advertencia, una estalagmita llegó a herir a Aiko, lo que necesitaba, que la enferma se hiriese aún más… Más no fue nada grave, la pelirroja conocía un método para hacer retroceder al oso, o por lo menos retrasarlo y de los labios de ésta surgió una potente llama, el fuego se alzó como si de una pared se tratase.
”Katon… Nos puede servir de algo” Pensé en el futuro.
Asentí cuando dijo que ya podíamos irnos, y esta vez, como todo un caballero, dejé que ella fuese adelante, pero para nuestra mala suerte con el apuro eché a correr y no recordé que estaba adhiriendo chakra a mis pies, con todo el asunto del oso lo había pasado por alto y bastó con dar tres escasos pasos para que mi cuerpo se resbalase y siguiera el camino un poco empinado.
Sentí el frío traspasar mi ropa, mi corazón bombeaba fuerte, estaba un poco nervioso sí y no solo por eso sino porque derribaría a Aiko como si fuese un pino y yo la bola. —Que voy!— Advertí, pero ya era bastante tarde, para cuando la kunoichi se volteara sería tumbada, a menos que esquivase de alguna manera aquel misil humano.
No obstante, el suelo parecía hacerse más empinado y con ello aumentaba la velocidad de movimiento de mi cuerpo afortunadamente no había ninguna otra curva, por el momento, sino ya me hubiera estampado con la pared de cristal. Lo que no me lo terminaba de creer era que el camino se dividía en dos, uno derecho y otro izquierdo, y no tenía ni chance para elegir o nada pase de largo por el izquierda, pasando por alto un cartel de madera que anunciaba algo, si mi vista no me fallaba tenía escrito que el Valle Aodori quedaba por el camino derecho.
El ambiente cambio de repente, sobre todo porque estaba totalmente oscuro y un ruido familiar se manifestó, se escuchaba el agua fluir a gran velocidad, aquello no era buena señal, a juzgar por lo ocurrido solo quedaba algo por suceder… ¡SPLASH! La fría agua me impacto, o mejor dicho pasé del helado piso resbaladizo a una corriente de agua gélida, aún más que el hielo. ¿A dónde iría a parar todo esto?
”Katon… Nos puede servir de algo” Pensé en el futuro.
Asentí cuando dijo que ya podíamos irnos, y esta vez, como todo un caballero, dejé que ella fuese adelante, pero para nuestra mala suerte con el apuro eché a correr y no recordé que estaba adhiriendo chakra a mis pies, con todo el asunto del oso lo había pasado por alto y bastó con dar tres escasos pasos para que mi cuerpo se resbalase y siguiera el camino un poco empinado.
Sentí el frío traspasar mi ropa, mi corazón bombeaba fuerte, estaba un poco nervioso sí y no solo por eso sino porque derribaría a Aiko como si fuese un pino y yo la bola. —Que voy!— Advertí, pero ya era bastante tarde, para cuando la kunoichi se volteara sería tumbada, a menos que esquivase de alguna manera aquel misil humano.
No obstante, el suelo parecía hacerse más empinado y con ello aumentaba la velocidad de movimiento de mi cuerpo afortunadamente no había ninguna otra curva, por el momento, sino ya me hubiera estampado con la pared de cristal. Lo que no me lo terminaba de creer era que el camino se dividía en dos, uno derecho y otro izquierdo, y no tenía ni chance para elegir o nada pase de largo por el izquierda, pasando por alto un cartel de madera que anunciaba algo, si mi vista no me fallaba tenía escrito que el Valle Aodori quedaba por el camino derecho.
El ambiente cambio de repente, sobre todo porque estaba totalmente oscuro y un ruido familiar se manifestó, se escuchaba el agua fluir a gran velocidad, aquello no era buena señal, a juzgar por lo ocurrido solo quedaba algo por suceder… ¡SPLASH! La fría agua me impacto, o mejor dicho pasé del helado piso resbaladizo a una corriente de agua gélida, aún más que el hielo. ¿A dónde iría a parar todo esto?