8/05/2017, 07:35
Gran dilema con el que tendría que tratar la pelirroja, pues ahora tenía dos gatos por devolver en lugar de uno y a saber si era el gato correcto el que entregaba, pero a sabiendas de cómo eran esos animales pronto cada uno se escaparía por sus propios medios y se reencontrarían como si nada pero que va, el trabajo de ella terminaría tan pronto entregase a uno de los dos.
Luego de toda la escena y de que Ritsuko “atrapase” al animal que había atacado al ladrón, este último desapareció con una bomba de humo que no hizo más que empeorar la ya pésima respiración de la kunoichi que ya ni siquiera podía toser de lo jodida que estaba.
Pero nada del otro mundo, luego de un rato ya pudo recomponerse y Nekotaro estaba allí, con los dos gatos entre brazos cosa que alegraba bastante a la chica ya que no tendría que tratar con ellos directamente.
—Bueno, la casa de los Ishiwaru está más cerca así que pasemos por ahí primero. —Afirmó la de ojos rojos antes de ponerse en marcha esperando que el amante de los gatos la acompañase. —Uno de los dos gatos debería reconocerla, o al menos le gustaba jugar con la manta esta así que ese seguramente sea el de Meiko, el otro lo llevamos con los Yoshikage y ya podemos desentendernos de todo. —Prosiguió con la explicación tratando de encontrar nuevamente su pañuelo.
Usualmente estaría tosiendo en ese preciso instante, pero estaba tan congestionada que ya ni siquiera eso le salía, situación bastante molesta para ella que se estaba muriendo en silencio aunque fuese en sentido figurado.
Luego de toda la escena y de que Ritsuko “atrapase” al animal que había atacado al ladrón, este último desapareció con una bomba de humo que no hizo más que empeorar la ya pésima respiración de la kunoichi que ya ni siquiera podía toser de lo jodida que estaba.
Pero nada del otro mundo, luego de un rato ya pudo recomponerse y Nekotaro estaba allí, con los dos gatos entre brazos cosa que alegraba bastante a la chica ya que no tendría que tratar con ellos directamente.
—Bueno, la casa de los Ishiwaru está más cerca así que pasemos por ahí primero. —Afirmó la de ojos rojos antes de ponerse en marcha esperando que el amante de los gatos la acompañase. —Uno de los dos gatos debería reconocerla, o al menos le gustaba jugar con la manta esta así que ese seguramente sea el de Meiko, el otro lo llevamos con los Yoshikage y ya podemos desentendernos de todo. —Prosiguió con la explicación tratando de encontrar nuevamente su pañuelo.
Usualmente estaría tosiendo en ese preciso instante, pero estaba tan congestionada que ya ni siquiera eso le salía, situación bastante molesta para ella que se estaba muriendo en silencio aunque fuese en sentido figurado.