8/05/2017, 20:46
No supo si estar inmediatamente de acuerdo con su impresión sobre aquella pérdida de tiempo, que a diferencia de la suya, era ligeramente más optimista. Chasqueó la lengua, y batió su cabeza de lado a lado, demostrando no estar del todo de acuerdo.
—De aprender, no es que me vaya a llevar algo significativo de ésta "aventura", como tú la llamas. Y si es por conocer gente, creo que ya has podido notar que no soy el mayor fan de los lugareños, salvo por Hoshu, que es un tipo que a pesar de ser un simple comerciante, tiene los cojones bien puestos. Y en cuanto a ti, bueno... no te ofendas, pero no eres el primer shinobi extranjero que conozco, ni mucho menos el más interesante.
Era su hora de contar una anécdota.
—A la primera que conocí era una kunoichi de Kusagakure. Tenía nuestra edad, pero la chica estaba muy pero muy chalada. Loca como una jodida cabra. Se llamaba Ritsuko. Eso sí, estaba como un bombón, de rostro y porte sutil y angelical; aunque con el fiero comportamiento de una leona alfa. Fiereza digna de una bestia como yo, si me dejas agregar.
—De aprender, no es que me vaya a llevar algo significativo de ésta "aventura", como tú la llamas. Y si es por conocer gente, creo que ya has podido notar que no soy el mayor fan de los lugareños, salvo por Hoshu, que es un tipo que a pesar de ser un simple comerciante, tiene los cojones bien puestos. Y en cuanto a ti, bueno... no te ofendas, pero no eres el primer shinobi extranjero que conozco, ni mucho menos el más interesante.
Era su hora de contar una anécdota.
—A la primera que conocí era una kunoichi de Kusagakure. Tenía nuestra edad, pero la chica estaba muy pero muy chalada. Loca como una jodida cabra. Se llamaba Ritsuko. Eso sí, estaba como un bombón, de rostro y porte sutil y angelical; aunque con el fiero comportamiento de una leona alfa. Fiereza digna de una bestia como yo, si me dejas agregar.