9/05/2017, 19:22
Pese al considerado intento de la chica por ayudar al chico, éste parecía un cangrejo en un cubo. No era capaz de dar pie con bola, casi no podía respirar... y mucho menos salir del agua. Por mas que la chica jaló de su camisa, solo obtuvo una recompensa que para nada era reconfortante, una tos aguada del chico. Pero, antes de que siquiera pudiese decidirse en si debía pillarlo con ambas manos, meterse en el agua para sacarlo, o a saber qué otras mas opciones... todo se fue a la mierda.
El chico cayó primero, la chica casi que de seguido. El aire les faltó por un instante, instante que pareció eterno en una caída que se hizo mas que agravada. Cayeron ambos como piedras al agua, aunque en ésta ocasión la corriente no les llevó a ningún otro sitio. El agua era cristalina, tanto que hasta el fondo se podía vislumbrar. No llegaron en la caída hasta el fondo, pero poco les faltó. No obstante, allí la temperatura del agua era bastante mas elevada, al menos en comparación al agua de la gruta helada. Éste significativo hecho seguramente se debía al intenso sol, que casi deslumbraba, brillando en lo mas alto del cielo.
Para cuando se quiso dar cuenta, Keisuke no estaba a su lado. La kunoichi estaba flotando en el agua, mirando al astro rey, aunque no directamente. La calidez, el clima, el agua... parecía que estuviese en el mismísimo cielo.
—¿Estás bien, Keisuke? —preguntó tras darse cuenta del importante detalle. Éste casi se le ahoga, y ahora se encontraba al fin fuera del agua. —Casi te me ahogas en lo mas llano
La broma quizás se salía un poco del marco humorístico, pero, tampoco era como para tomárselo a mal... ¿no?
El chico cayó primero, la chica casi que de seguido. El aire les faltó por un instante, instante que pareció eterno en una caída que se hizo mas que agravada. Cayeron ambos como piedras al agua, aunque en ésta ocasión la corriente no les llevó a ningún otro sitio. El agua era cristalina, tanto que hasta el fondo se podía vislumbrar. No llegaron en la caída hasta el fondo, pero poco les faltó. No obstante, allí la temperatura del agua era bastante mas elevada, al menos en comparación al agua de la gruta helada. Éste significativo hecho seguramente se debía al intenso sol, que casi deslumbraba, brillando en lo mas alto del cielo.
Para cuando se quiso dar cuenta, Keisuke no estaba a su lado. La kunoichi estaba flotando en el agua, mirando al astro rey, aunque no directamente. La calidez, el clima, el agua... parecía que estuviese en el mismísimo cielo.
—¿Estás bien, Keisuke? —preguntó tras darse cuenta del importante detalle. Éste casi se le ahoga, y ahora se encontraba al fin fuera del agua. —Casi te me ahogas en lo mas llano
La broma quizás se salía un poco del marco humorístico, pero, tampoco era como para tomárselo a mal... ¿no?