La chica preguntó en primera instancia sise encontraba bien, pues parecía mas agobiado que un cangrejo en un cubo. El médico, ofreció la información, y no tardó en preguntar a la chica si ella también estaba bien. Ésta, que estaba tumbaca boca arriba en el agua, se tomó quizás bastante tiempo para contestar, aunque cabe destacar que claramente se veía consciente.
—Estoy perfectamente, Keisuke.
Sin embargo, el genin no pareció tomarse relativamente mal el que le tratase como que se iba a ahogar en lo mas llano. Realmente era así, casi se ahoga, pero quizás no había sido algo del tipo de cosas que se deba echar en cara, aunque sea en broma.
Keisuke se adelantó, saliendo del agua mucho antes de que tan siquiera la chica pensase acerca de esa opción. Una vez fuera, afirmó que ese lugar realmente merecía la pena, que había sido todo un hallazgo. La pelirroja no podía estar mas de acuerdo. De pronto, el chico estornudó. Éste parecía a punto de resfriarse, una sensación que Aiko no sentía desde a saber cuantos años atrás.
El joven alertó del hecho, informando que estaba al borde del refriado, y solicitó a la pelirroja que podían hacer una fogata, desvestirse, y secarse. La joven quedó sorprendida ante la propuesta, que parecía ir totalmente en serio.
—¿Pretendes que me desnude para ti? Así, sin mas... al menos podrías haberte currado antes una cena romántica o algo, ¿no? El pan me ha aliviado bastante, pero tampoco da para tanto... —comentó sarcástica, en una broma que terminaría en una risa. —Jajajajaja...
Ahora, la única incógnita del chico era saber si la pelirroja había recordado porqué estaba por esos lares. Éste detalle, pequeño y a la vez importante, delataba que el médico se había dado cuenta de su pérdida de memoria.
—Supongo que venía a visitar ésta ciudad que debe andar por aquí escondida, ¿para qué si no iba a estar por aquí?
—Estoy perfectamente, Keisuke.
Sin embargo, el genin no pareció tomarse relativamente mal el que le tratase como que se iba a ahogar en lo mas llano. Realmente era así, casi se ahoga, pero quizás no había sido algo del tipo de cosas que se deba echar en cara, aunque sea en broma.
Keisuke se adelantó, saliendo del agua mucho antes de que tan siquiera la chica pensase acerca de esa opción. Una vez fuera, afirmó que ese lugar realmente merecía la pena, que había sido todo un hallazgo. La pelirroja no podía estar mas de acuerdo. De pronto, el chico estornudó. Éste parecía a punto de resfriarse, una sensación que Aiko no sentía desde a saber cuantos años atrás.
El joven alertó del hecho, informando que estaba al borde del refriado, y solicitó a la pelirroja que podían hacer una fogata, desvestirse, y secarse. La joven quedó sorprendida ante la propuesta, que parecía ir totalmente en serio.
—¿Pretendes que me desnude para ti? Así, sin mas... al menos podrías haberte currado antes una cena romántica o algo, ¿no? El pan me ha aliviado bastante, pero tampoco da para tanto... —comentó sarcástica, en una broma que terminaría en una risa. —Jajajajaja...
Ahora, la única incógnita del chico era saber si la pelirroja había recordado porqué estaba por esos lares. Éste detalle, pequeño y a la vez importante, delataba que el médico se había dado cuenta de su pérdida de memoria.
—Supongo que venía a visitar ésta ciudad que debe andar por aquí escondida, ¿para qué si no iba a estar por aquí?