11/05/2017, 01:27
De repente se levantó un fuerte viento que hizo que su chubasquero ondease violentamente, incluso se vio obligada a envolverse con ambos brazos para evitar perderlo en uno de esos arreones "Espero que no este empeorando el aún más el clima" según le habían comentado, aquella no era una zona de fuertes tormentas a diferencia de las que se extendían al oeste de allí. Sin embargo, nunca se sabe.
Por suerte el viento amainó, al menos por el momento. Así que Izumi siguió avanzando sin demasiadas complicaciones, a veces tenía que bordear alguna grieta del cañón que se metía hacia dentro en la tierra o bordear algún charco de dudosa profundidad, incluso evitar alguna que otra zona enfangada peligrosamente pero nada que una kunoichi bien entrenada como ella no pudiese sortear.
Cuanto más avanzaba, más definida empezaba a parecerle la figura que había aparecido anteriormente en el horizonte. Ataviada con un chubasquero que lo cubría de arriba a abajo, era imposible saber si era un hombre o una mujer, o siquiera si se trataba de una persona joven o anciana.
Izumi no le prestó demasiada atención, no le importaba lo más mínimo quién fuese, simplemente lo mantenía controlado por si resultaba ser algún asaltador de caminos de los que eran bastante comunes por aquella zona. Al fin y al cabo los de la lluvia no eran más que salvajes o eso decía su abuelo
Por suerte el viento amainó, al menos por el momento. Así que Izumi siguió avanzando sin demasiadas complicaciones, a veces tenía que bordear alguna grieta del cañón que se metía hacia dentro en la tierra o bordear algún charco de dudosa profundidad, incluso evitar alguna que otra zona enfangada peligrosamente pero nada que una kunoichi bien entrenada como ella no pudiese sortear.
Cuanto más avanzaba, más definida empezaba a parecerle la figura que había aparecido anteriormente en el horizonte. Ataviada con un chubasquero que lo cubría de arriba a abajo, era imposible saber si era un hombre o una mujer, o siquiera si se trataba de una persona joven o anciana.
Izumi no le prestó demasiada atención, no le importaba lo más mínimo quién fuese, simplemente lo mantenía controlado por si resultaba ser algún asaltador de caminos de los que eran bastante comunes por aquella zona. Al fin y al cabo los de la lluvia no eran más que salvajes o eso decía su abuelo