11/05/2017, 21:58
Una vez entregado el minino, ya solo quedaba entregar al otro para cumplir con la extra-labor que la kunoichi estaba llevando a cabo, pues supuestamente su misión ya estaría concluida al haber rescatado al gato de Meiko. Nekotaro, por su parte, parecía pasárselo en grande jugando con el gato que quedaba mientras kunoichi y hombre caminaban hacia la casa de los Yoshikage.
— Es una pena, pero creo que tendré que dejarte por hoy. — Alegó Nekotaro cuando ya quedaban unos metros hasta llegar a la casa. — Siento mucho mi repentina marcha, pero es mi deber, espero que entregues a esta preciosidad sana y salva. — Dijo mientras dejaba al gato en los brazos de Ritsuko. — ¡Date prisa!
Y se alejó corriendo.
Ritsuko se quedó sola cuando ya podía divisar la casa de los dueños del gato, así que más le valía darse prisa en entregarlo a no ser que quisiese tener brotes de alergia en medio de la calle. Con suerte, solo tendría que entregarlo y llevar el pergamino al edificio donde residía el Kage.
— Es una pena, pero creo que tendré que dejarte por hoy. — Alegó Nekotaro cuando ya quedaban unos metros hasta llegar a la casa. — Siento mucho mi repentina marcha, pero es mi deber, espero que entregues a esta preciosidad sana y salva. — Dijo mientras dejaba al gato en los brazos de Ritsuko. — ¡Date prisa!
Y se alejó corriendo.
Ritsuko se quedó sola cuando ya podía divisar la casa de los dueños del gato, así que más le valía darse prisa en entregarlo a no ser que quisiese tener brotes de alergia en medio de la calle. Con suerte, solo tendría que entregarlo y llevar el pergamino al edificio donde residía el Kage.