La pelirroja bromeó acerca de desnudarse, pero en ésta ocasión no consiguió ruborizar al chico.
«Me cachis...»
Éste, lejos de avergonzarse, se envalentonó afirmando que era todo un caballero —podía haberla desnudado antes— pero conservó los modales; y además de ésto, se lanzó también en una arriesgada broma, sugiriendo que el pan no era gratis, que de alguna manera debía pagarlo.
La chica estalló de nuevo en una carcajada, el chico sabía devolver las bromas. —Jajajaja... claro, nada es gratis en ésta vida... todo tiene su precio. —sabía que era una broma, pero igual no quiso simplemente reír y ya está.
Lejos de seguir bromeando, al final recurrieron a serenarse, y en ese momento el médico inquirió saber si había recordado el porqué estaba allí. Ante la respuesta de la chica, el matasanos no quedó del todo agradado, o esa fue la impresión que obtuvo la pelirroja al menos. Pero, tampoco podía hacer mucho, sabía que esos recuerdos perdidos se habían ido al garete, para siempre. No era algo recurrente y que con el tiempo pudiese rememorar, aquello que hubiese vivido un par de años atrás se había ido, y no volvería por mas que lo intentase.
Tras unos segundos, el chico se desvistió en parte, inquiriendo que lo de hacer una fogata lo había dicho de verdad. Éste comentó que iría a buscar algo de leña incluso, lo cuál sorprendió a la chica de cabellera rojiza. No pudo evitar desviar su mirada hacia éste, perdiendo la horizontaniedad con el agua del pequeño lago.
Finalmente, tras unos pasos con no mas ropa que sus pantalones, el chico admitió que la tarea sería realmente difícil. Si, efectivamente lo sería, pues por allí apenas habían árboles, y de quemar sus ramas seguramente fastidiaría una gran flora. El pequeño parecía ciertamente interesado en una en concreto, por la cuál había estado buscando el sitio, una de color amarillo con propiedades muy especiales. De plantas, la chica no sabía mas que el uso del té verde, poco mas...
—Entiendo... —afirmó, aunque realmente era todo lo contrario. —Pero aquí parece haber como mil tipos de flores, y de todos los colores... te va a llevar un buen rato encontrar la que dices, ¿no?
«Me cachis...»
Éste, lejos de avergonzarse, se envalentonó afirmando que era todo un caballero —podía haberla desnudado antes— pero conservó los modales; y además de ésto, se lanzó también en una arriesgada broma, sugiriendo que el pan no era gratis, que de alguna manera debía pagarlo.
La chica estalló de nuevo en una carcajada, el chico sabía devolver las bromas. —Jajajaja... claro, nada es gratis en ésta vida... todo tiene su precio. —sabía que era una broma, pero igual no quiso simplemente reír y ya está.
Lejos de seguir bromeando, al final recurrieron a serenarse, y en ese momento el médico inquirió saber si había recordado el porqué estaba allí. Ante la respuesta de la chica, el matasanos no quedó del todo agradado, o esa fue la impresión que obtuvo la pelirroja al menos. Pero, tampoco podía hacer mucho, sabía que esos recuerdos perdidos se habían ido al garete, para siempre. No era algo recurrente y que con el tiempo pudiese rememorar, aquello que hubiese vivido un par de años atrás se había ido, y no volvería por mas que lo intentase.
Tras unos segundos, el chico se desvistió en parte, inquiriendo que lo de hacer una fogata lo había dicho de verdad. Éste comentó que iría a buscar algo de leña incluso, lo cuál sorprendió a la chica de cabellera rojiza. No pudo evitar desviar su mirada hacia éste, perdiendo la horizontaniedad con el agua del pequeño lago.
Finalmente, tras unos pasos con no mas ropa que sus pantalones, el chico admitió que la tarea sería realmente difícil. Si, efectivamente lo sería, pues por allí apenas habían árboles, y de quemar sus ramas seguramente fastidiaría una gran flora. El pequeño parecía ciertamente interesado en una en concreto, por la cuál había estado buscando el sitio, una de color amarillo con propiedades muy especiales. De plantas, la chica no sabía mas que el uso del té verde, poco mas...
—Entiendo... —afirmó, aunque realmente era todo lo contrario. —Pero aquí parece haber como mil tipos de flores, y de todos los colores... te va a llevar un buen rato encontrar la que dices, ¿no?