12/05/2017, 12:57
— No, no, ¡nada de eso! Te pregunto porque él afirmó conocer a un chico de Uzu, un chico rubio... Que le atacó directamente sin decir nada, vamos, eso me dijo él.
Las palabras de Eri-hime hicieron que algunas nubes en mi cabeza se disiparan, pero aún así mi memoria no registraba ningún morenito de ojos blancos. Ahora podía contemplar todas las veces que había soltado algún puñetazo merecido con música clasica de fondo.
— No me suena pero si fui yo, seguramente algo habría hecho para merecerselo.
Le contesté restandole importancia, la verdad es que era díficil de decir, pero no había una sola acción que me arrepintiese de haber hecho ni dentro ni fuera de la villa. Tal vez no haberme confesado a Eri-hime en la academia, pero aún tenía tiempo para hacerla mi mujer y tener veinte hijos igual de guapos que ella e igual de rubios que yo.
— Pero no importa, porque no debería cuestionar estas cosas a un compañero de villa... ¡Vaya! Ahora pensarás que soy una desconfiada... ¡Lo siento mucho, Nabi-san!
— Hey, no pasa nada. Tenías una duda y ya está resuelta, mejor para todos.
Intenaba no explayarme demasiado hablando para no empezar a trabarme conmigo mismo de lo nervioso y excitado que estaba por la cercania con Eri-hime. Al menos el cambio de tema me había servido para separar mi mente del contacto físico entre nosotros.
Las palabras de Eri-hime hicieron que algunas nubes en mi cabeza se disiparan, pero aún así mi memoria no registraba ningún morenito de ojos blancos. Ahora podía contemplar todas las veces que había soltado algún puñetazo merecido con música clasica de fondo.
— No me suena pero si fui yo, seguramente algo habría hecho para merecerselo.
Le contesté restandole importancia, la verdad es que era díficil de decir, pero no había una sola acción que me arrepintiese de haber hecho ni dentro ni fuera de la villa. Tal vez no haberme confesado a Eri-hime en la academia, pero aún tenía tiempo para hacerla mi mujer y tener veinte hijos igual de guapos que ella e igual de rubios que yo.
— Pero no importa, porque no debería cuestionar estas cosas a un compañero de villa... ¡Vaya! Ahora pensarás que soy una desconfiada... ¡Lo siento mucho, Nabi-san!
— Hey, no pasa nada. Tenías una duda y ya está resuelta, mejor para todos.
Intenaba no explayarme demasiado hablando para no empezar a trabarme conmigo mismo de lo nervioso y excitado que estaba por la cercania con Eri-hime. Al menos el cambio de tema me había servido para separar mi mente del contacto físico entre nosotros.
—Nabi—