13/05/2017, 19:01
Cuanto antes se sacara el gato de encima mejor y por suerte en el momento en que Nekotaro la abandonó se encontraba bastante cerca de la casa donde debía de llevarlo. Mejor aún, la puerta se abrió prácticamente al instante en que ella llamó y la anciana le arrebató el gato.
Dijo un par de cosas y acto seguido cerró de un portazo, ni gracias ni una palmadita ni nada. Así como así la mujer cerró como si ese fuese el jodido trabajo de una kunoichi. ~¿Si hago el reporte le cobrarán por haber mandado a una kunoichi a buscarle el gato? ~Se preguntó a sí misma ideando un buen plan para fastidiar a la anciana.
De cualquier manera, ya sin gatos encima la pelirroja podía ir corriendo hasta el edificio de la Uzukage para entregar su bendito reporte y padecer tranquila en su habitación por el resto del día.
El paso hacia el lugar no presentó ningún contratiempo, rápidamente ya estaba delante del mostrador donde le habían dado el pergamino y por suerte no había absolutamente nadie más que el empleado de turno al que se acercó.
—Hola, venía a entregar esto —dijo la menor sacando el rollo del portaobjetos y dejándolo sobre la mesada—. Encontré el gato y ya está en casa con su dueña —alegó antes de sacar el pañuelo para taparse aunque sea el rostro.
Dijo un par de cosas y acto seguido cerró de un portazo, ni gracias ni una palmadita ni nada. Así como así la mujer cerró como si ese fuese el jodido trabajo de una kunoichi. ~¿Si hago el reporte le cobrarán por haber mandado a una kunoichi a buscarle el gato? ~Se preguntó a sí misma ideando un buen plan para fastidiar a la anciana.
De cualquier manera, ya sin gatos encima la pelirroja podía ir corriendo hasta el edificio de la Uzukage para entregar su bendito reporte y padecer tranquila en su habitación por el resto del día.
El paso hacia el lugar no presentó ningún contratiempo, rápidamente ya estaba delante del mostrador donde le habían dado el pergamino y por suerte no había absolutamente nadie más que el empleado de turno al que se acercó.
—Hola, venía a entregar esto —dijo la menor sacando el rollo del portaobjetos y dejándolo sobre la mesada—. Encontré el gato y ya está en casa con su dueña —alegó antes de sacar el pañuelo para taparse aunque sea el rostro.