14/05/2017, 13:18
Al parecer, la joven que se encontraba a su lado era una kunoichi de la Lluvia, ni más ni menos. «El mundo es un pañuelo...»
Sin embargo cuando la rubia iba a continuar hablando, un par de cabezas empapadas hicieron acto de presencia, y una de ellas, cuando se sentó su acompañante, se acercó a la barra donde sin querer mojó a ambas chicas que se encontraban dialogando; a Eri no pareció importarle que mojase su ropa —que bastante mojada estaba ya—, pero le hizo gracia las palabras de la otra joven, solo que no dejó que ésta lo viese, sería un gesto bastante descortés. Lo mejor fue ver el rosto del chico que había entrado ahora: era de su propia villa, sí, le conocía; sabía su nombre de oída pues nunca había coincidido con aquel chico que si recordaba bien, se llamaba Ashito.
— Vaya, hola Ashito-san. — Dijo mientras saludaba al chico. — Disculpa kunoichi-san, mi nombre es Furakawa Eri y andaba de viaje por el País de la Lluvia con mi hermano, paré aquí a descansar un poco y tomar algo. — Explicó una vez se diese la vuelta para encarar a la rubia. — ¿Y a ti? Imagino que vendrás más a menudo, al estar cerca de Amegakure... Aunque tampoco sé donde está. — Aquello último lo dijo de forma sincera, pues también sentía cierta curiosidad por aquella chica.
Luego miró de reojo al chico, sin mirarle completamente pues, la verdad, nunca había intimado con él y ya que su acompañante había preguntado a ambos, solo esperó a que respondiese.
Sin embargo cuando la rubia iba a continuar hablando, un par de cabezas empapadas hicieron acto de presencia, y una de ellas, cuando se sentó su acompañante, se acercó a la barra donde sin querer mojó a ambas chicas que se encontraban dialogando; a Eri no pareció importarle que mojase su ropa —que bastante mojada estaba ya—, pero le hizo gracia las palabras de la otra joven, solo que no dejó que ésta lo viese, sería un gesto bastante descortés. Lo mejor fue ver el rosto del chico que había entrado ahora: era de su propia villa, sí, le conocía; sabía su nombre de oída pues nunca había coincidido con aquel chico que si recordaba bien, se llamaba Ashito.
— Vaya, hola Ashito-san. — Dijo mientras saludaba al chico. — Disculpa kunoichi-san, mi nombre es Furakawa Eri y andaba de viaje por el País de la Lluvia con mi hermano, paré aquí a descansar un poco y tomar algo. — Explicó una vez se diese la vuelta para encarar a la rubia. — ¿Y a ti? Imagino que vendrás más a menudo, al estar cerca de Amegakure... Aunque tampoco sé donde está. — Aquello último lo dijo de forma sincera, pues también sentía cierta curiosidad por aquella chica.
Luego miró de reojo al chico, sin mirarle completamente pues, la verdad, nunca había intimado con él y ya que su acompañante había preguntado a ambos, solo esperó a que respondiese.