17/05/2017, 15:23
El frío corrió sobre su calva cuando el metal de una flecha le sacó la capucha, haciendo un agujero de por medio. Sin pensarlo, flexionó las rodillas y agachó la cabeza, casi por instinto. Con la mirada hacia arriba podía ver como hombres lo atacaban con arcos, las lanzas no eran su único armamento. Sin dudas eran hombres fuertemente armados, caballos, lanzas, arcos, y además no era un grupo de pocos hombres.
El calvo miró a la izquierda para darse cuenta que no tenía escapatoria, el siguiente peñasco estaba muy lejos para saltar. Para cuando miró a su derecha, una saeta se calvó a centímetros de sus pies. Tragó saliva y pudo ver a lo lejos a la muchacha con la había hablado antes descendiendo por el cañon.
«¿Por qué no presté atención en las clases de escalada vertical?»
Comenzó a correr por el pequeño peñasco, acercandose al borde. Todo era mejor que quedarse quieto mientras le disparaban. Seguiría los pasos de la mujer, descendiendo entre escalada y peñascos, aunque a menor velocidad. Karamaru no estaba preparado para moverse de esa manera.
Mientras se movía en diagonal, para tratar de interceptar el camino de la otra perseguida, algunas flechas rompían el aire demasiado cerca del cuerpo del cenobita, incluso la mujer podría ver, por la trayectoria de las saetas, pasar algunas cerca de ella.
El calvo miró a la izquierda para darse cuenta que no tenía escapatoria, el siguiente peñasco estaba muy lejos para saltar. Para cuando miró a su derecha, una saeta se calvó a centímetros de sus pies. Tragó saliva y pudo ver a lo lejos a la muchacha con la había hablado antes descendiendo por el cañon.
«¿Por qué no presté atención en las clases de escalada vertical?»
Comenzó a correr por el pequeño peñasco, acercandose al borde. Todo era mejor que quedarse quieto mientras le disparaban. Seguiría los pasos de la mujer, descendiendo entre escalada y peñascos, aunque a menor velocidad. Karamaru no estaba preparado para moverse de esa manera.
Mientras se movía en diagonal, para tratar de interceptar el camino de la otra perseguida, algunas flechas rompían el aire demasiado cerca del cuerpo del cenobita, incluso la mujer podría ver, por la trayectoria de las saetas, pasar algunas cerca de ella.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘