19/05/2017, 15:30
(Última modificación: 19/05/2017, 15:30 por Uzumaki Eri.)
— Oh, lo siento, no sabía que eras daltónica... Mis disculp-
Pero una mujer interrumpió su disculpa, una mujer con sudor en su rostro, perlando su frente donde algunos cabellos rebeldes se adherían a él como si su vida dependiese de ello.
— ¡Están masacrando los cultivos de mi marido! ¡Mis queridas calabazas...! — Explicaba a las personas de su alrededor. — Pero nadie me escucha, he avisado... ¡Ayúdenme!
Pero la gente del local solo había reparado en ella unos breves segundos, los necesarios para identificar quién era aquella mujer, luego volvieron a sus quehaceres y a sus bebidas, ignorando por completo el auxilio de aquella ciudadana de Yachi.
Eri estaba desconcertada, ¿a qué venía aquella ignoración? ¡Necesitaba ayuda! Pegó un sorbo que acabó prácticamente con su té y puso unos cuantos ryoo sobre la mesa. Luego miró a Reika y a Ashito, para ver qué decían sus caras.
— Deberíamos ayudar a la señora. — Dejó caer mientras se levantaba de su asiento.
Pero una mujer interrumpió su disculpa, una mujer con sudor en su rostro, perlando su frente donde algunos cabellos rebeldes se adherían a él como si su vida dependiese de ello.
— ¡Están masacrando los cultivos de mi marido! ¡Mis queridas calabazas...! — Explicaba a las personas de su alrededor. — Pero nadie me escucha, he avisado... ¡Ayúdenme!
Pero la gente del local solo había reparado en ella unos breves segundos, los necesarios para identificar quién era aquella mujer, luego volvieron a sus quehaceres y a sus bebidas, ignorando por completo el auxilio de aquella ciudadana de Yachi.
Eri estaba desconcertada, ¿a qué venía aquella ignoración? ¡Necesitaba ayuda! Pegó un sorbo que acabó prácticamente con su té y puso unos cuantos ryoo sobre la mesa. Luego miró a Reika y a Ashito, para ver qué decían sus caras.
— Deberíamos ayudar a la señora. — Dejó caer mientras se levantaba de su asiento.