22/05/2017, 17:01
Escucho la respuesta del muchacho, sin detener su andar, al menos hasta que este le hizo aquella pregunta. Sus piernas dejaron de moverse y giro sobre su propio eje quedando frente a el - ¡cómo crees! - negó rápidamente con la cabeza, sonriendo como de costumbre - Aunque no tengo hermanos, hay muchos primos con los que jugar - explico mientras acompañaba sus palabras con movimientos de sus brazos. Lo cierto era que nunca se había sentido sola, siempre estaba rodeada de personas y tenía con quien hablar, aunque no puede negar que le hubiera gustado tener un hermano.
- la casa esta silenciosa, porque todos están fuera-dejo escapar unas risitas divertida mientras lo observaba- Este lugar es mucho más ruidoso cuando todos están, quizás vuelvan pronto y entonces entenderías a lo que me refiero - sin esperar realmente algún comentario ajeno, Nonoha retomo su animado caminar por el corredor y se detuvo minutos después frente a una puerta de madera.
- Es aquí - abrió la puerta, que rechino sonoramente, indicándole que aquel era el baño - si necesitas algo solo grita~ - canturreo la muchacha mientras se alejaba entre saltos de ahí, pensó que se sentiría incomodo si ella se quedaba rondando por ahí , asi que bajo nuevamente a la primera planta y lo dejo solo. Dentro del baño encontraría todo lo que necesitaba, no era nada ostentoso, muy normal a decir verdad.
La castaña por su parte se quedó sentada al final de la escaleras, casi recostada en las escalinatas, cerró los ojos y se quedó quieta ahí fingiendo dormir, en tan extraña posición. Tenia hambre, estaba tentada a curiosear en la cocina, pero sabia que hacerlo en ese momento solo le traería problemas pues, su madre seguía algo disgustada.
- la casa esta silenciosa, porque todos están fuera-dejo escapar unas risitas divertida mientras lo observaba- Este lugar es mucho más ruidoso cuando todos están, quizás vuelvan pronto y entonces entenderías a lo que me refiero - sin esperar realmente algún comentario ajeno, Nonoha retomo su animado caminar por el corredor y se detuvo minutos después frente a una puerta de madera.
- Es aquí - abrió la puerta, que rechino sonoramente, indicándole que aquel era el baño - si necesitas algo solo grita~ - canturreo la muchacha mientras se alejaba entre saltos de ahí, pensó que se sentiría incomodo si ella se quedaba rondando por ahí , asi que bajo nuevamente a la primera planta y lo dejo solo. Dentro del baño encontraría todo lo que necesitaba, no era nada ostentoso, muy normal a decir verdad.
La castaña por su parte se quedó sentada al final de la escaleras, casi recostada en las escalinatas, cerró los ojos y se quedó quieta ahí fingiendo dormir, en tan extraña posición. Tenia hambre, estaba tentada a curiosear en la cocina, pero sabia que hacerlo en ese momento solo le traería problemas pues, su madre seguía algo disgustada.