Ashito se sorprendió por la actitud del encargado, quien con una sonrisa se negó al pedido mientras giraba para continuar con su trabajo.
- Muchas gracias señor- exclamo con una reverencia el muchacho para después seguir a la algo alterada mujer, quien comenzaba a ponerse en marcha hacia la salida.
La pregunta de Eri no era difícil de contestar, por más que no fuera peligroso, jamás arriesgaría a su hermana, por lo que la respuesta era simple.
- No te preocupes por ella Eri-san, se quedara aquí- respondió con media sonrisa en su rostro mientras se acercó a la mesa de su hermana- Si quieres pedir algo, solo acércate a la barra ¿sí?- le dijo mientras le entregaba su monedero a la niña que estaba comenzando a aburrirse con sus codos sobre la mesa.
- Pero yo, quiero ayudar, este lugar es muy aburrido, además ya se me fue el hambre- contesto la pequeña castaña poniéndose pie.
- No, puede ser peligroso, así que eso está fuera de discusión- expreso el joven queriendo concluir el tema.
- Pero Ashito- reprocho Sakura elevando un poco su agudo tono de voz- Este lugar es demasiado aburrido, te prometo que si pasa algo me iré de inmediato, pero no quiero quedarme aquí.
- Lo siento, pero no vas a ir con nosotros, si quieres, puedes dar una vuelta por aquí, pero no te vayas muy lejos- las últimas palabras dirigidas a su hermana salieron y se dio la vuelta dirigiéndose en dirección de las kunoichis.
- Hablo-
<<Pienso>>