30/05/2017, 13:30
Ambos habían terminado casi al mismo tiempo, así que ahora solo quedaba unir las dos partes, Eri accedió a completarlo ella, no era posible ninguna otra alternativa. El contacto con Eri-hime podría contagiar algo de su perfección al escenario, igual hacía brillar más aquella aula sin siquiera pensarlo o tal vez era su sola presencia la que coloreaba el mundo detrás de mis ojos.
— Oh, claro. Ahora la tabla, ¿coges tu por la derecha y yo por la izquierda?
— Por supuesto, Eri-chan.
Le contesté con una sonrisa afable. Era tan fácil estar feliz con ella cerca, insultando todos mis días grises y todo mi rencor acumulado, llamandoles diminutos e inservibles ante la grandeza de su belleza. Y esa sensación... me llena de determinación.
Me acerqué a mi lado de la tabla y me preparé para levantarla cuando Eri-hime me mandara.
— Oh, claro. Ahora la tabla, ¿coges tu por la derecha y yo por la izquierda?
— Por supuesto, Eri-chan.
Le contesté con una sonrisa afable. Era tan fácil estar feliz con ella cerca, insultando todos mis días grises y todo mi rencor acumulado, llamandoles diminutos e inservibles ante la grandeza de su belleza. Y esa sensación... me llena de determinación.
Me acerqué a mi lado de la tabla y me preparé para levantarla cuando Eri-hime me mandara.
—Nabi—