30/05/2017, 20:49
Ante la afirmativa del rubio, la joven volvió a sonreír y se puso en su posición, tomando su parte de la tabla y esperando a que el chico se posicionase en su lugar para volver a repetir el proceso que antes habían hecho al sacar la tabla.
— A la de tres, subimos la tabla y la colocamos con sus patas, ¿vale? — Informó. — Una, dos... ¡Y tres!
De nuevo hizo fuerza y la tabla volvió a elevarse sin ningún contratiempo, Eri se movió lentamente hacia el lugar donde reposaban las partes bajas del escenario y levantó por encima de su cabeza la gran tabla que llevaban, la gracia era... Que Nabi no tenía que subirlo tanto.
— Pongámoslo primero encima, luego revisamos tu por ese lado y yo por este. — Alegó mientras su cara empezaba a adquirir un tono rosado por el esfuerzo de mantener los brazos hacia arriba. — ¡Vale, suéltalo a la de tres... Una, dos, ¡tres!
Y la tabla cayó sobre sus patas, aunque no del todo encajada...
— A la de tres, subimos la tabla y la colocamos con sus patas, ¿vale? — Informó. — Una, dos... ¡Y tres!
De nuevo hizo fuerza y la tabla volvió a elevarse sin ningún contratiempo, Eri se movió lentamente hacia el lugar donde reposaban las partes bajas del escenario y levantó por encima de su cabeza la gran tabla que llevaban, la gracia era... Que Nabi no tenía que subirlo tanto.
— Pongámoslo primero encima, luego revisamos tu por ese lado y yo por este. — Alegó mientras su cara empezaba a adquirir un tono rosado por el esfuerzo de mantener los brazos hacia arriba. — ¡Vale, suéltalo a la de tres... Una, dos, ¡tres!
Y la tabla cayó sobre sus patas, aunque no del todo encajada...