1/06/2017, 23:44
«Qué asco, quién me manda a mi a que me pasen estas cosas...»
Seguía tratando de limpiarse aquella mugre que se le había metido hasta por entre la ropa. Sentía húmedo todo su cuerpo y cada centímetro de su piel era pegajosa a más no poder. Pero era un shinobi, un miembro del honorable templo al que pertenecía, era su deber saber actuar ante tales situaciones y mantener la seriedad. Un poco de barro y húmedad no le afectarían en lo más mínimo «...no señor, no me afectara.
Pero no pudo hacer más nada antes de qué una voz femenina, que tardó unos segundos en relacionarla con la otra perseguida, interrumpiera su concentración en la limpieza.
Déjame examinarte, soy médico...
«¿Examinarme? Pe-pero eres...»
No importaba, las cosas sucedían rápido y antes de poder contestar ya tenía las manos de la mujer encima sin siquiera decir una palabra. Se paralizó durante un momento, luego cayó a la realidad y a la situación por la que estaban pasando ambos.
N-no, no me duele. Gracias.
El calvo se sentó en el suelo y se terminó de limpiar la cara. Se sacó la túnica que lo cubría y pasó unas últimas manos por el rostro y la calva. El calvo seguía aún con parte de su mente pensando que una mujer le había tocado todo su cuerpo. Una mujer a la que todavía no prestaba mucha atención, que ni siquiera había visto su cara por más de un segundo ni se había dado cuenta de su llamativo color de pelo.
¿Qué ha pasado?- preguntó mientras se refregaba los ojos y se daba cuenta que no se acordaba de él cayendo.
Seguía tratando de limpiarse aquella mugre que se le había metido hasta por entre la ropa. Sentía húmedo todo su cuerpo y cada centímetro de su piel era pegajosa a más no poder. Pero era un shinobi, un miembro del honorable templo al que pertenecía, era su deber saber actuar ante tales situaciones y mantener la seriedad. Un poco de barro y húmedad no le afectarían en lo más mínimo «...no señor, no me afectara.
Pero no pudo hacer más nada antes de qué una voz femenina, que tardó unos segundos en relacionarla con la otra perseguida, interrumpiera su concentración en la limpieza.
Déjame examinarte, soy médico...
«¿Examinarme? Pe-pero eres...»
No importaba, las cosas sucedían rápido y antes de poder contestar ya tenía las manos de la mujer encima sin siquiera decir una palabra. Se paralizó durante un momento, luego cayó a la realidad y a la situación por la que estaban pasando ambos.
N-no, no me duele. Gracias.
El calvo se sentó en el suelo y se terminó de limpiar la cara. Se sacó la túnica que lo cubría y pasó unas últimas manos por el rostro y la calva. El calvo seguía aún con parte de su mente pensando que una mujer le había tocado todo su cuerpo. Una mujer a la que todavía no prestaba mucha atención, que ni siquiera había visto su cara por más de un segundo ni se había dado cuenta de su llamativo color de pelo.
¿Qué ha pasado?- preguntó mientras se refregaba los ojos y se daba cuenta que no se acordaba de él cayendo.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘