¡Izen las velas, que nos vamos al Torneo!

[Uchiha Datsue]

—Ajá, comprendo… —decía Datsue, asintiendo ante las palabras de Akame. A Kaido también lo había conocido él. Un tipo duro, sin duda, como todos los Amerienses. También a Yota, aunque él… bueno, era Kusareño. Esos no contaban. Sin embargo, no pudo evitar una sonrisa ante las palabras de autoconfianza que el Uchiha tenía en sí mismo. Con aquella actitud, Datsue se vería obligado a darle el porcentaje más bajo en las apuestas. «El muy cabrón va a arrasar...»

Datsue había conocido a muchos ninjas, pero nunca a uno tan dedicado en su oficio como él. Si alguien así no ganaba el torneo, entonces no veía quién podía hacerlo. Akame continuó comparándose con los compañeros de la Villa, y, para su sorpresa, pensó en el propio Datsue como posible rival a batir, preguntándole por el número de aspas.

—Diez —respondió, tan convencido que muchos no hubiesen dudado que decía la verdad. Acto seguido, se sonrió—. Vamos, Akame... No seas impaciente. Lo descubrirás en su momento, si tengo esa mala suerte —dijo, todavía evasivo—. Háblame de ese… ¿Daruu, era? ¿Si me tocase enfrentarme a él tendría que andarme con ojo con alguna cosa en particular?

Más que querer interesarse por él por un posible enfrentamiento —que también—, el Uchiha quería afinar más en el porcentaje de apuestas. Cosa que no podría hacer sin información.