3/06/2017, 06:00
La madre de la kunoichi les indico con la mano que salieran de allí – Vayan a jugar por ahí, debo limpiar este desastre… – comento la mujer dejando escapar un gran suspiro resignada.
Nonoha rodo los ojos, y haciendo caso a las palabras de su madre, así como a Ashito ; se dio media vuelta desilusionada por no haber podido darle una probada a lo que se cocinaba en la olla – Aaaah… – se llevó ambas manos tras la nuca mientras caminaba por el corredor sin saber exactamente a donde ir - ¿Qué hacemos? … – Pregunto a Ashito, la de cabellos castaños interrumpiendo de pronto su caminata.
¡Eso! – Se giró rápidamente para observar al mayor- ¿A dónde te dirigías esta mañana, cuando te encontramos en el puente? … –pregunto curiosa la jovencita - ¿algún amigo? – se acercó un poco más al de cabellos negros, empinándose un poco para imitar su altura - ¿oh entregarías alguna encomienda? …[/color] –ladeo el rostro, esperando su respuesta y haciendo más preguntas si se le ocurrían.
Espero no haya sido una encomienda… – sonrió con vergüenza- no pudimos decapitar muchas de las cosas que habían en tu maleta – expreso sincera- ¡lo intente! Pero con la explosión algunas cosas se cayeron y las dejamos - se meció de aquí para allá, lentamente, bailando en su lugar con suavidad. Porque quedarse quieta en un solo lugar le era imposible y aburrido.
La casa estaba silenciosa, el sonido en la cocina y sus voces en el corredor eran los únicos murmullos que se escuchaban, y claro, muy de vez en cuando la voz ronca de su abuelo se dejaba escuchar en alguna lugar.
Nonoha se preguntaba si la comida estaría pronto, de vez en cuando sobaba su estomago haciendo muecas de inconformismo "Tengo hambre" se repetía mentalmente.
Nonoha rodo los ojos, y haciendo caso a las palabras de su madre, así como a Ashito ; se dio media vuelta desilusionada por no haber podido darle una probada a lo que se cocinaba en la olla – Aaaah… – se llevó ambas manos tras la nuca mientras caminaba por el corredor sin saber exactamente a donde ir - ¿Qué hacemos? … – Pregunto a Ashito, la de cabellos castaños interrumpiendo de pronto su caminata.
¡Eso! – Se giró rápidamente para observar al mayor- ¿A dónde te dirigías esta mañana, cuando te encontramos en el puente? … –pregunto curiosa la jovencita - ¿algún amigo? – se acercó un poco más al de cabellos negros, empinándose un poco para imitar su altura - ¿oh entregarías alguna encomienda? …[/color] –ladeo el rostro, esperando su respuesta y haciendo más preguntas si se le ocurrían.
Espero no haya sido una encomienda… – sonrió con vergüenza- no pudimos decapitar muchas de las cosas que habían en tu maleta – expreso sincera- ¡lo intente! Pero con la explosión algunas cosas se cayeron y las dejamos - se meció de aquí para allá, lentamente, bailando en su lugar con suavidad. Porque quedarse quieta en un solo lugar le era imposible y aburrido.
La casa estaba silenciosa, el sonido en la cocina y sus voces en el corredor eran los únicos murmullos que se escuchaban, y claro, muy de vez en cuando la voz ronca de su abuelo se dejaba escuchar en alguna lugar.
Nonoha se preguntaba si la comida estaría pronto, de vez en cuando sobaba su estomago haciendo muecas de inconformismo "Tengo hambre" se repetía mentalmente.