8/06/2017, 21:53
Cuando el Yotsuki mencionó su nombre enarcó una ceja pero se mantuvo en su posición, solo cuando la kunoichi de la pareja sacó el pergamino para entregárselo en la cara no sacó todo su cuerpo dejando ver a un hombre alto y con el cuerpo bastante trabajado.
— Veamos... — Mencionó mientras tomaba el pergamino de las manos de Izumi y lo leía por encima. — ¿Sois los del encargo? Bien, llegáis cuando os necesito, ¡si es que sé que en esta villa las misiones se hacen en tiempo récord! — Su semblante cambió a uno más iluminado, sin embargo no sonrió en ningún momento. Le devolvió el pergamino a la chica y abrió más la puerta para que ambos pasasen. — Pasad, os presentaré a la clase y luego ya podéis proceder a hacer una demostración, ¿os importará que los alumnos os hagan alguna pregunta?
Esa pregunta la lanzó cuando ambos ya estuviesen dentro del recinto, que no se alejaba de lo que era un Dojo normal, típico; de colores oscuros y normalmente caracterizado por ser de tonos marrones, un pasillo era lo que tenían que recorrer para llegar a la clase donde se encontraban, seguramente, un grupo de unos doce alumnos, puede que catorce.
— Antes de entrar, la última pregunta, ¿habéis peleado alguna vez entre vosotros? — Preguntó girándose a ellos. — Dos personas que entrenan juntas suelen favorecerse a la hora de combatir, tanto en contra como en equipo, creo que os vendría bien si no lo habéis hecho a menudo.
Luego esperó a sus contestaciones.
— Veamos... — Mencionó mientras tomaba el pergamino de las manos de Izumi y lo leía por encima. — ¿Sois los del encargo? Bien, llegáis cuando os necesito, ¡si es que sé que en esta villa las misiones se hacen en tiempo récord! — Su semblante cambió a uno más iluminado, sin embargo no sonrió en ningún momento. Le devolvió el pergamino a la chica y abrió más la puerta para que ambos pasasen. — Pasad, os presentaré a la clase y luego ya podéis proceder a hacer una demostración, ¿os importará que los alumnos os hagan alguna pregunta?
Esa pregunta la lanzó cuando ambos ya estuviesen dentro del recinto, que no se alejaba de lo que era un Dojo normal, típico; de colores oscuros y normalmente caracterizado por ser de tonos marrones, un pasillo era lo que tenían que recorrer para llegar a la clase donde se encontraban, seguramente, un grupo de unos doce alumnos, puede que catorce.
— Antes de entrar, la última pregunta, ¿habéis peleado alguna vez entre vosotros? — Preguntó girándose a ellos. — Dos personas que entrenan juntas suelen favorecerse a la hora de combatir, tanto en contra como en equipo, creo que os vendría bien si no lo habéis hecho a menudo.
Luego esperó a sus contestaciones.