8/06/2017, 22:02
La pequeña kunoichi escuchaba atentamente las palabras del rubio fascinada, desde que había confesado todo aquello en la playa hasta el momento solo se había estado dejando guiar por lo que su corazón le dictaba acerca de sus sentimientos, sin embargo, al terminar su pequeño discurso, no pudo hacer más que sonreír contra la piel desnuda del cuello del chico a modo de contestación.
— Lo que yo creo es que me ves con buenos ojos, yo no sería capaz de mantenerme firme a mí misma en los peores momentos, en cambio tu destilas un aura de seguridad al rededor de ti... Es increíble.
Notó que acariciaba sus cabellos y que poco a poco la pequeña se abandonaba entre cuidados y atenciones al mundo onírico de una forma tan cómoda, que pensó por un instante que dormir así todas las noches tendría que ser un pecado .
— Solo porque tu quieres... Nabi-kun. — Susurró con voz adormilada. — Buenas noches...
Su respiración comenzó a ser pausada y tranquila, y sus ojos, cerrados; indicaban que la joven había caído en los brazos de Morfeo acurrucada en un pequeño hueco del sofá aprisionando a Nabi con su brazo izquierdo.
— Lo que yo creo es que me ves con buenos ojos, yo no sería capaz de mantenerme firme a mí misma en los peores momentos, en cambio tu destilas un aura de seguridad al rededor de ti... Es increíble.
Notó que acariciaba sus cabellos y que poco a poco la pequeña se abandonaba entre cuidados y atenciones al mundo onírico de una forma tan cómoda, que pensó por un instante que dormir así todas las noches tendría que ser un pecado .
— Solo porque tu quieres... Nabi-kun. — Susurró con voz adormilada. — Buenas noches...
Su respiración comenzó a ser pausada y tranquila, y sus ojos, cerrados; indicaban que la joven había caído en los brazos de Morfeo acurrucada en un pequeño hueco del sofá aprisionando a Nabi con su brazo izquierdo.