10/06/2017, 13:21
Aiko fue respondiendo, amablemente, a cada una de mis interrogante, pareció ni siquiera molestarle tantas incógnitas de mi parte, fue algo que me alivió; tras cada una de sus palabras fui entendiendo más su situación, no era una inmortalidad perfecta, tenía muchos defectos según lo que parecía.
—Vaya… Tiene sus beneficios y sus desventajas.— Agregué cuando terminaron las explicaciones. Ahora estaba mucho más satisfecho y conocía mucho más a la pelirroja.
Las mariposas se desprendieron nuevamente del cuerpo de la femenina y traspasaron las rejas sin dificultad alguna, por mi parte seguí los papelillos voladores hasta la puerta de madera, la cual estaba cerrada y solo se abriría si la kunoichi tenía alguna habilidad más bajo la manga, de no ser así el portal seguiría clausurado.
—¿Las mariposas pueden pasar por las hendijas de la puerta?— Pregunté nuevamente, a ese paso que iba Aiko terminaría molestándose de tantas preguntas seguidas, aunque tenía la esperanza de que no fuese así.
—Tú… ¿No quieres saber o no tienes curiosidad sobre mí?— Emití tratando de poder obsequiarle un poco de información por la suya, pero… ¿Qué podía decirle yo que había vivido tan poco?
—Vaya… Tiene sus beneficios y sus desventajas.— Agregué cuando terminaron las explicaciones. Ahora estaba mucho más satisfecho y conocía mucho más a la pelirroja.
Las mariposas se desprendieron nuevamente del cuerpo de la femenina y traspasaron las rejas sin dificultad alguna, por mi parte seguí los papelillos voladores hasta la puerta de madera, la cual estaba cerrada y solo se abriría si la kunoichi tenía alguna habilidad más bajo la manga, de no ser así el portal seguiría clausurado.
—¿Las mariposas pueden pasar por las hendijas de la puerta?— Pregunté nuevamente, a ese paso que iba Aiko terminaría molestándose de tantas preguntas seguidas, aunque tenía la esperanza de que no fuese así.
—Tú… ¿No quieres saber o no tienes curiosidad sobre mí?— Emití tratando de poder obsequiarle un poco de información por la suya, pero… ¿Qué podía decirle yo que había vivido tan poco?