11/06/2017, 04:39
Koko se llamaba la rubia, que seguía en lo suyo como si nada, mientras el Hyuga a duras penas podía seguir su ritmo, estaba agotado pero su espíritu competitivo no lo dejaba detenerse. De pronto se hizo sentir una voz, desde el suelo hablaba un joven que a decir verdad Zaku no lo pudo escuchar muy bien por lo que lo ignoro, logró hacer una flexión para escuchar una nueva voz, se trataba de un pequeño que con gran entusiasmo y energía hacia unas preguntas, acto seguido rápidamente su compañera detuvo su entrenamiento, bajo el árbol y se ubicó en frente de estos dos desconocidos.
Qué estará pasando allí abajo. – Pensó bajando la intensidad de sus ejercicios, la idea era escuchar lo que se hablaba abajo.
Pudo escuchar muy poco de la conversación cuando Koko le recomendó que se detuviera, si seguía de seguro sufriría algún daño, la advertencia llego un poco tarde, un calambre en sus muslos lo forzó a sentarse en la rama para luego descender e incorporarse a la conversación.
- Tenías que haberlo dicho antes, me duele todo el cuerpo. – Le hablaba a la rubia mientras se sentaba en el suelo, tratando de recuperar el aliento.
Para Zaku no presentaban una amenaza los desconocidos, la presencia de su compañera lo tranquilizaba, el poco tiempo que estuvo a su lado notó que era más fuerte que él, además ese pequeñín de seguro no sabía ni siquiera empuñar una kunai, por lo que sentado comenzaba a hablar.
- Hola… Sí, soy un ninja de Kusagakure. – dirigiéndose al pequeño siendo lo más amable posible. - No estamos en ninguna misión, vine a visitar este lugar y me encontré con ella, estaba entrenando así que decidí acompañarla. – Estirando sus piernas continuaba hablando.
Qué estará pasando allí abajo. – Pensó bajando la intensidad de sus ejercicios, la idea era escuchar lo que se hablaba abajo.
Pudo escuchar muy poco de la conversación cuando Koko le recomendó que se detuviera, si seguía de seguro sufriría algún daño, la advertencia llego un poco tarde, un calambre en sus muslos lo forzó a sentarse en la rama para luego descender e incorporarse a la conversación.
- Tenías que haberlo dicho antes, me duele todo el cuerpo. – Le hablaba a la rubia mientras se sentaba en el suelo, tratando de recuperar el aliento.
Para Zaku no presentaban una amenaza los desconocidos, la presencia de su compañera lo tranquilizaba, el poco tiempo que estuvo a su lado notó que era más fuerte que él, además ese pequeñín de seguro no sabía ni siquiera empuñar una kunai, por lo que sentado comenzaba a hablar.
- Hola… Sí, soy un ninja de Kusagakure. – dirigiéndose al pequeño siendo lo más amable posible. - No estamos en ninguna misión, vine a visitar este lugar y me encontré con ella, estaba entrenando así que decidí acompañarla. – Estirando sus piernas continuaba hablando.