11/06/2017, 22:14
— ¿Cómo que comemos poco? ¡Yo como mucho en casa! Y lo que más como es pollo, listillo.
— Ya te digo ahora que yo como más pollo que tú, de aqui a Amegakure y volver. ¡Si media villa se piensa que soy hijo de la pollera porque siempre estoy comprando pollo!
Yo normalmente me quedo un rato sentado digiriendo la comida que acabo de engullir ya que masticar no la he masticado mucho, y ese fue mi gran error. Porque antes de que mis dos neuronas me avisaran, Eri-hime ya estaba llevando los trastos a la cocina. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, grite mentalmente, pero era tarde. Estaba todo perdido.
Entonces Eri volvió y tuve que recobrar la compostura.
— Antes de irme puedo ayudarte a recoger, si quieres. O si no... Puedes... Acompañarme, ya sabes... A mi casa. Si no... Bueno, no pasa nada, no queda muy lejos de aquí y no quiero obligarte...
— No, no, digo, sí, sí que te acompaño, por supuesto. Además, así estamos empatados, ya que ahora tú sabes donde vivo pero yo no sé donde vives tú. Y así bajo un poco la comidita, el buen ejercicio para la tripita.
Di unos suaves golpecitos a mi barriga antes de saltar de sofa en dirección a la puerta. Abriendola y ofreciendo a la dama a pasar delante.
— Ya te digo ahora que yo como más pollo que tú, de aqui a Amegakure y volver. ¡Si media villa se piensa que soy hijo de la pollera porque siempre estoy comprando pollo!
Yo normalmente me quedo un rato sentado digiriendo la comida que acabo de engullir ya que masticar no la he masticado mucho, y ese fue mi gran error. Porque antes de que mis dos neuronas me avisaran, Eri-hime ya estaba llevando los trastos a la cocina. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, grite mentalmente, pero era tarde. Estaba todo perdido.
Entonces Eri volvió y tuve que recobrar la compostura.
— Antes de irme puedo ayudarte a recoger, si quieres. O si no... Puedes... Acompañarme, ya sabes... A mi casa. Si no... Bueno, no pasa nada, no queda muy lejos de aquí y no quiero obligarte...
— No, no, digo, sí, sí que te acompaño, por supuesto. Además, así estamos empatados, ya que ahora tú sabes donde vivo pero yo no sé donde vives tú. Y así bajo un poco la comidita, el buen ejercicio para la tripita.
Di unos suaves golpecitos a mi barriga antes de saltar de sofa en dirección a la puerta. Abriendola y ofreciendo a la dama a pasar delante.
—Nabi—