Chapuzón nocturno

[Uzumaki Eri]

— Ya te digo ahora que yo como más pollo que tú, de aqui a Amegakure y volver. ¡Si media villa se piensa que soy hijo de la pollera porque siempre estoy comprando pollo!

— ¿De verdad? — Preguntó conteniendo la risa mientras terminaba de recoger los platos.

Una vez estuvo todo recogido y la joven decidió acudir de nuevo al lado del rubio, decidió que ya era hora de irse, pero, claro, no hacía falta ir sola, ¿no? Por ello la proposición quedó en el aire hasta que el Senju volvió a abrir la boca.

— No, no, digo, sí, sí que te acompaño, por supuesto. Además, así estamos empatados, ya que ahora tú sabes donde vivo pero yo no sé donde vives tú. Y así bajo un poco la comidita, el buen ejercicio para la tripita.

— Que si no quieres no pasa nada... Puedes quedarte en casa, seguramente no me pierda por el camino ni me rapten unos desconocidos... ¡Sé cuidar de mí misma! — Alegó mientras calzaba sus botas ninja y se las colocaba de forma adecuada para que no se saliesen por si acaso tenía que correr.