13/06/2017, 20:00
El matasanos parecía estar pillando bastante bien los detalles de la exclusiva habilidad de la chica, aunque evidentemente no podía revelar toda la información acerca de la misma, sería algo contraproducente. Entendió que si se encontraban de nuevo y no le reconocía, se debería a que ésta habría muerto, y efectivamente, entendió bien la situación.
—Exactamente.
Tras un rato, el chico mencionó que debían abrir la jaula —cárcel— a los roedores, a esos presidiarios de orejas alargadas y engulle zanahorias. Según logró explicar, podrían servirles de refuerzo a la hora de escapar, pues esos que los habían encerrado también los tendrían allí por algo. Razón no le faltaba al médico, si los liberaban lograrían causar una buena revolución que distraería a los posibles enemigos.
Por otro lado, por mas que lo intentaba, tras la puerta no había atisbo de luz alguno. Las mariposas no lograban sacar absolutamente nada de información, lo cual quería decir que o bien había una interferencia de chakra, o bien estaba totalmente oscuro tras la puerta. Lo mas probable era la segunda opción.
Keisuke no tardó en preguntar por el detalle del que la chica estaba meditando justo en ese instante.
—No, no logro ver nada... creo que está totalmente a oscuras, es una sala donde no hay nada de luz. —informó a su acompañante.
»Con respecto a lo de liberar a los conejos... estaría de acuerdo, pero la única manera posible que veo ahora mismo es haciendo estallar la puerta. Además de bastante ruido, podemos herir a los pobres conejitos...
¿Qué hacer?
—Exactamente.
Tras un rato, el chico mencionó que debían abrir la jaula —cárcel— a los roedores, a esos presidiarios de orejas alargadas y engulle zanahorias. Según logró explicar, podrían servirles de refuerzo a la hora de escapar, pues esos que los habían encerrado también los tendrían allí por algo. Razón no le faltaba al médico, si los liberaban lograrían causar una buena revolución que distraería a los posibles enemigos.
Por otro lado, por mas que lo intentaba, tras la puerta no había atisbo de luz alguno. Las mariposas no lograban sacar absolutamente nada de información, lo cual quería decir que o bien había una interferencia de chakra, o bien estaba totalmente oscuro tras la puerta. Lo mas probable era la segunda opción.
Keisuke no tardó en preguntar por el detalle del que la chica estaba meditando justo en ese instante.
—No, no logro ver nada... creo que está totalmente a oscuras, es una sala donde no hay nada de luz. —informó a su acompañante.
»Con respecto a lo de liberar a los conejos... estaría de acuerdo, pero la única manera posible que veo ahora mismo es haciendo estallar la puerta. Además de bastante ruido, podemos herir a los pobres conejitos...
¿Qué hacer?