14/06/2017, 05:19
Suspiro suavemente, se dio cuenta de que sus intentos no habían surtido efecto, sin embargo al final muchacho pareció sonreír “Vaya…” cerro los ojos por algunos segundos y sus labios se curvaron sutilmente, dibujándose en ellos una diminuta sonrisa – Claro, tengo razón –comento ella levantándose de su lugar y sacudiendo sus ropas. Tal parecía había tocado fibras sensibles, seria cuidadosa y no hablaría mas del tema. Continuo dándole palmaditas a sus pantalones y mientras lo hacía, pensaba en algo que pudiera subirle los ánimos al peli negro.
Guardo silencio, algo curioso considerando que hablaba lo suficiente para irritar a alguien. Pensaba seriamente en alguna solución para el "mal" del Uzureño sin embargo, no encontró una salida para su problema. Se encogió de hombros y dejo escapar otro suspiro.
Decidió entonces que era mejor volver al interior de la casa, no tenía ningún sentido seguir hablando de eso que había puesto tan melancólico al chico. Se giró y dando unos cuantos pasos, volviendo a la puerta – Entremos, seguramente el estofado estará lista en minutos – le comento mientras abría la puerta y entraba, esperando que el joven la siguiera.
De vuelta en el pasillo, el olor a estofado persistía aún más que antes, Nonoha olfateo un poco y se dejó embriagar con el delicioso aroma – ¡Eso es! –exclamo de pronto, como quien descubre algo increíble “La comida podría animarlo” y con esa pensamiento e mente, corrió por el corredor hasta llegar a la cocina.
¿Uh? –Aru la vio asomarse por la entrada y sonrió – Dile a los demás que ya pueden venir, la comida esta lista – La castaña asintió rápidamente y corrió veloz buscando a los don ancianos, mientras corría le dio aviso a Ashito de que podía ir y tomar asiento pues, el estofado estaba listo.
Guardo silencio, algo curioso considerando que hablaba lo suficiente para irritar a alguien. Pensaba seriamente en alguna solución para el "mal" del Uzureño sin embargo, no encontró una salida para su problema. Se encogió de hombros y dejo escapar otro suspiro.
Decidió entonces que era mejor volver al interior de la casa, no tenía ningún sentido seguir hablando de eso que había puesto tan melancólico al chico. Se giró y dando unos cuantos pasos, volviendo a la puerta – Entremos, seguramente el estofado estará lista en minutos – le comento mientras abría la puerta y entraba, esperando que el joven la siguiera.
De vuelta en el pasillo, el olor a estofado persistía aún más que antes, Nonoha olfateo un poco y se dejó embriagar con el delicioso aroma – ¡Eso es! –exclamo de pronto, como quien descubre algo increíble “La comida podría animarlo” y con esa pensamiento e mente, corrió por el corredor hasta llegar a la cocina.
¿Uh? –Aru la vio asomarse por la entrada y sonrió – Dile a los demás que ya pueden venir, la comida esta lista – La castaña asintió rápidamente y corrió veloz buscando a los don ancianos, mientras corría le dio aviso a Ashito de que podía ir y tomar asiento pues, el estofado estaba listo.