15/06/2017, 20:19
(Última modificación: 29/07/2017, 02:51 por Amedama Daruu.)
Daruu no pudo evitar ocultar su reacción ante el comentario de Mogura.
—¡No estamos en el País del Fuego, Mogura-san! Estamos en el Valle de los Dojos. Al parecer, este sitio se auto-gobierna. Un paraíso samurai en medio de un continente ninja, ¿eh?
El Valle de los dojos, por la forma en la que hablaba su compañero, no podía evitar recordar otro lugar del propio País de la Tormenta.
—Pero sí, hace un calor que da asco. En Yachi hace sol muchas veces, pero la temperatura es muy distinta
Aquel hubiese sido un comentario sin mucho sentido de no ser porque para Mogura representaba un punto de referencia en su mapa mental del País de la Tormenta y el lugar que tenía en mente en ese momento.
Oye... ¿no oyes algo?
Se hizo silencio durante un par de segundos en el lugar y fue entonces que pudieron escuchar claramente.
—¡Ayuda! ¡Un médico! ¡Médico, médico!
No estaba del todo seguro de donde era que provenía pero si estaba seguro de lo que escuchaba.
Alguien parece estar necesitando un médico... ¿Me pregunto donde podríamos conseguir uno?
Se llevó su mano libre hasta su mentón mientras desviaba su mirada hacía las copas de los arboles.
Daruu-san ¿Sabrías decirme de donde viene esa voz?
Dejándose de bromas, pidió ayuda a su viejo compañero de academia. Acompañando sus palabras, el movimiento de su abanico se detuvo un momento.
—¡No estamos en el País del Fuego, Mogura-san! Estamos en el Valle de los Dojos. Al parecer, este sitio se auto-gobierna. Un paraíso samurai en medio de un continente ninja, ¿eh?
El Valle de los dojos, por la forma en la que hablaba su compañero, no podía evitar recordar otro lugar del propio País de la Tormenta.
—Pero sí, hace un calor que da asco. En Yachi hace sol muchas veces, pero la temperatura es muy distinta
Aquel hubiese sido un comentario sin mucho sentido de no ser porque para Mogura representaba un punto de referencia en su mapa mental del País de la Tormenta y el lugar que tenía en mente en ese momento.
Oye... ¿no oyes algo?
Se hizo silencio durante un par de segundos en el lugar y fue entonces que pudieron escuchar claramente.
—¡Ayuda! ¡Un médico! ¡Médico, médico!
No estaba del todo seguro de donde era que provenía pero si estaba seguro de lo que escuchaba.
Alguien parece estar necesitando un médico... ¿Me pregunto donde podríamos conseguir uno?
Se llevó su mano libre hasta su mentón mientras desviaba su mirada hacía las copas de los arboles.
Daruu-san ¿Sabrías decirme de donde viene esa voz?
Dejándose de bromas, pidió ayuda a su viejo compañero de academia. Acompañando sus palabras, el movimiento de su abanico se detuvo un momento.
Hablo - Pienso