Tras recuperar el aliento llegué a la sala indicada, muchas personas se habían acercado para presenciar nuevamente la cautivadora voz de la chica, incluyéndome a mí también.
El lugar me agrado, la mayoría de los invitados parecían cómodos en aquella base de piedra blanca, excepto un par... Mis ojos se fijaron en él, el mayor, un chico que parecía estar envuelto hasta el rostro, por no decir que solo se apreciaban sus ojos, y quizá algún familiar o un amigo, un niño mas pequeño que estaba muy cerca a él. No destacó por su vestimenta sino porque eran los único que no estaban sentados.
Observé la piedra que hacía de tarima y la presencia de Kim captó mi atención, esta noche se veía totalmente... hermosa.
Caminé cercano al ninja de Uzu, después de todo lucía su bandana en su cuello; así como yo lucía la mía en mi frente; y me senté en el circulo rocoso que estaba en sus cercanías, era uno de los pocos libre, los puesto más cercanos a la cantante estaban totalmente llenos.
—Espero no haberme perdido mucho.— Comenté tras obsequiarle una breve sonrisa al par y posar mis ojos en Kim.
Por su parte la actriz no despegó los ojos del recién llegado y en la pareja que aún no se sentaban. —Al parecer ya estamos todos.— Agregó tras ver mi presencia en su sala. —Por farvor, ponganse cómodos...— Abrió sus brazos y insistió a Rain y a su hermano. Las plazas estaban contadas y las "sillas" no debían sobrar ni faltar.
El Uzureño cedería a la petición de las ojos rubí y su hermano también, ya que ambos sentirían cierta presión por parte de la chica que no iba a desistir hasta que ambos se sentasen.
—La siguiente canción es una de mis favoritas, escuchen con atención.— Sonrió y tras carraspear un poco empezó cantar.
El sonido inundó nuevamente el lugar, cada uno de los asistentes podría sentirse embriagado ante la voz de Kim, y repentinamente los civiles fueron desvaneciéndose uno a uno y los únicos que quedarían lúcidos serían ese ninja de Uzu que estaba a mi lado y mi persona, porque incluso su acompañante cedió fácilmente.
Era evidente que algo había oculto, ya que en el momento en que empezó la segunda interpretación cada uno de los presentes sintió como la vista se nublaba parcialmente y luego totalmente, Keisuke y Rain no serían la excepción; aquella sensación de que su respiración les costaba y su pulso parecía desaparecer empezaron a molestarles y el sudor viajaría por sus rostros. Ambos estaban a punto de desmayarse, tenían un poco más de resistencia que los demás y sí descubrían cual era el truco podrían salir aireados.
Por mi parte, al empezar a sentir todos aquellos cambios e incluso unas nauseas y mareos me prepararon psicologicamente para venirme en vómito en cualquier momento, no había reparado en que varios se desvanecieron hasta el momento en que puse mi mano en la arena y pude recobrar un poco la visión, que aún estaba semi-nublada; puse mi otra mano fuera de la base de tierra y mejoré un poco más.
"¿Que pasa aquí?" Fue lo primero que pensé.
El lugar me agrado, la mayoría de los invitados parecían cómodos en aquella base de piedra blanca, excepto un par... Mis ojos se fijaron en él, el mayor, un chico que parecía estar envuelto hasta el rostro, por no decir que solo se apreciaban sus ojos, y quizá algún familiar o un amigo, un niño mas pequeño que estaba muy cerca a él. No destacó por su vestimenta sino porque eran los único que no estaban sentados.
Observé la piedra que hacía de tarima y la presencia de Kim captó mi atención, esta noche se veía totalmente... hermosa.
Caminé cercano al ninja de Uzu, después de todo lucía su bandana en su cuello; así como yo lucía la mía en mi frente; y me senté en el circulo rocoso que estaba en sus cercanías, era uno de los pocos libre, los puesto más cercanos a la cantante estaban totalmente llenos.
—Espero no haberme perdido mucho.— Comenté tras obsequiarle una breve sonrisa al par y posar mis ojos en Kim.
Por su parte la actriz no despegó los ojos del recién llegado y en la pareja que aún no se sentaban. —Al parecer ya estamos todos.— Agregó tras ver mi presencia en su sala. —Por farvor, ponganse cómodos...— Abrió sus brazos y insistió a Rain y a su hermano. Las plazas estaban contadas y las "sillas" no debían sobrar ni faltar.
El Uzureño cedería a la petición de las ojos rubí y su hermano también, ya que ambos sentirían cierta presión por parte de la chica que no iba a desistir hasta que ambos se sentasen.
—La siguiente canción es una de mis favoritas, escuchen con atención.— Sonrió y tras carraspear un poco empezó cantar.
El sonido inundó nuevamente el lugar, cada uno de los asistentes podría sentirse embriagado ante la voz de Kim, y repentinamente los civiles fueron desvaneciéndose uno a uno y los únicos que quedarían lúcidos serían ese ninja de Uzu que estaba a mi lado y mi persona, porque incluso su acompañante cedió fácilmente.
Era evidente que algo había oculto, ya que en el momento en que empezó la segunda interpretación cada uno de los presentes sintió como la vista se nublaba parcialmente y luego totalmente, Keisuke y Rain no serían la excepción; aquella sensación de que su respiración les costaba y su pulso parecía desaparecer empezaron a molestarles y el sudor viajaría por sus rostros. Ambos estaban a punto de desmayarse, tenían un poco más de resistencia que los demás y sí descubrían cual era el truco podrían salir aireados.
Por mi parte, al empezar a sentir todos aquellos cambios e incluso unas nauseas y mareos me prepararon psicologicamente para venirme en vómito en cualquier momento, no había reparado en que varios se desvanecieron hasta el momento en que puse mi mano en la arena y pude recobrar un poco la visión, que aún estaba semi-nublada; puse mi otra mano fuera de la base de tierra y mejoré un poco más.
"¿Que pasa aquí?" Fue lo primero que pensé.