23/06/2017, 15:37
(Última modificación: 29/07/2017, 02:52 por Amedama Daruu.)
—La herida. ¿Puedes ver qué tan grande es? —preguntó Mogura.
Daruu levantó una mano e hizo una seña con ella indicando que no.
—Parecía una herida de navaja, no muy grande, pero ahora mismo no tenemos tiempo para comprobarlo —dijo—. Con este bosque tan denso, sería muy estúpido intentar mirar para allá a la vez que esquivo árboles.
Los muchachos llegaron a un sendero entre dos claros. Allí, una mujer de cabello violeta yacía inconsciente en el suelo. El chakra circulaba todavía por su sistema circulatorio, con parsimonia pero sin pausa.
—¡Dios...! —dijo—. Está perdiendo mucha sangre, pero sigue viva. ¡Mogura! ¿Eres médico, no? ¡Haz algo!
Daruu levantó una mano e hizo una seña con ella indicando que no.
—Parecía una herida de navaja, no muy grande, pero ahora mismo no tenemos tiempo para comprobarlo —dijo—. Con este bosque tan denso, sería muy estúpido intentar mirar para allá a la vez que esquivo árboles.
Los muchachos llegaron a un sendero entre dos claros. Allí, una mujer de cabello violeta yacía inconsciente en el suelo. El chakra circulaba todavía por su sistema circulatorio, con parsimonia pero sin pausa.
—¡Dios...! —dijo—. Está perdiendo mucha sangre, pero sigue viva. ¡Mogura! ¿Eres médico, no? ¡Haz algo!
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)