25/06/2017, 08:16
Bueno, había llegado el momento que estaba esperando hace bastante tiempo, bajo ninguna circunstancia lo desaprovecharía, ni un solo aliento salía de su boca sin estar previamente planificado por el Uzureño, quería poder llenar lo más que pueda, y para eso debía regular bien su cuerpo, si había algo en lo era realmente bueno, eso era comer, el plato con lo que se llevaría a la boca ya estaba frente a él y ya había recibido la autorización para comenzar.
Aru cuidaba que Nonoha no se atragantara con la comida, por lo que en más de una ocasión tubo que recomendarle a su hija que coma despacio, Ashito tampoco se quedaba atrás, el estofado estaba exquisito y comía tan rápido como sus mandíbulas se lo permitían, pero a diferencia de Nonoha, él había logrado dominar una técnica que le permitía comer velozmente sin llamar la atención, había necesitado años de práctica para dominarla, pero ya estaba perfeccionada.
En cuestión de minutos, el plato del Uzureño se encontraba vacío, y aunque quería un poco más, su vergüenza le impedía pedir una repetición, por lo que solo se dispuso a esperar en silencio, aunque el mismo no duraría mucho, ya que Ren llamo su atención dirigiéndole la palabra.
- Estoy bien, gracias- respondió el Uzureño a la cuestión propuesta por el Kusareño sin mucho más que agregar, ya que no se le ocurría ninguna otra cosa más que agregar, sin duda alguna, un anciano un niño no han de tener muchos temas de conversación, aunque el mayor pareció encontrar un tema para sacarle las palabras al ninja.
- Si, me encanta, me recuerda mucho a las comidas que hacia mi madre- respondió sin pensar en lo que dijo, por lo que no tuvo ninguna repercusión en sus pensamientos.
- Y a usted ¿le gusto?- indago el Uzureño mirando fijamente al anciano mientras esperaba su respuesta.
Aru cuidaba que Nonoha no se atragantara con la comida, por lo que en más de una ocasión tubo que recomendarle a su hija que coma despacio, Ashito tampoco se quedaba atrás, el estofado estaba exquisito y comía tan rápido como sus mandíbulas se lo permitían, pero a diferencia de Nonoha, él había logrado dominar una técnica que le permitía comer velozmente sin llamar la atención, había necesitado años de práctica para dominarla, pero ya estaba perfeccionada.
En cuestión de minutos, el plato del Uzureño se encontraba vacío, y aunque quería un poco más, su vergüenza le impedía pedir una repetición, por lo que solo se dispuso a esperar en silencio, aunque el mismo no duraría mucho, ya que Ren llamo su atención dirigiéndole la palabra.
- Estoy bien, gracias- respondió el Uzureño a la cuestión propuesta por el Kusareño sin mucho más que agregar, ya que no se le ocurría ninguna otra cosa más que agregar, sin duda alguna, un anciano un niño no han de tener muchos temas de conversación, aunque el mayor pareció encontrar un tema para sacarle las palabras al ninja.
- Si, me encanta, me recuerda mucho a las comidas que hacia mi madre- respondió sin pensar en lo que dijo, por lo que no tuvo ninguna repercusión en sus pensamientos.
- Y a usted ¿le gusto?- indago el Uzureño mirando fijamente al anciano mientras esperaba su respuesta.

- Hablo-
<<Pienso>>
