26/06/2017, 00:21
Tras sacarle una risa al chico, vino de pronto el tema de siempre —al menos por éstos días— de un desconocido cuestionando su palabra. Obviamente, no era raro, ya hacía unos cuantos días que no hacía mas que difundir ese rumor que a la vez era veraz. Normalmente éste tipo de cosas venían arraigadas de puras fantasías, pero en éste caso la realidad sobrepasaba con creces a la fantasía. El chico afirmó haber escuchado algo, lo cual era un alivio, aunque no llegaba a creer lo que había llegado hasta sus oídos. Sin miramientos, preguntó a la pelirroja si era cierto eso de que habían atravesado su corazón con una pica y seguía ilesa. Sin esperar realmente lo suficiente para una respuesta, soltó lo que pensaba, que se trataba tan solo de una temeraria.
Lejos de la realidad, últimamente había comenzado a serlo. ¿Pero por qué iba a tener que tener cuidado? La vida llegaba a ser realmente efímera cuando tratas de salvaguardarla, más aún cuando sabes que no puedes morir. A saber cuantas veces había muerto en la última década...
—Es difícil no parecer una temeraria cuando tu cuerpo regenera cualquier tipo de herida, la verdad...
¿Cómo negar lo evidente?
—Lo de la lanza en el corazón es cierto. Hice una apuesta con un chico que se negaba a creerme, y al final tuvo que invitarme a comer... jajajajaja. —alegó respecto al incidente, como si de algo divertido se tratase. —Pocas veces había aceptado comer con alguien que me había roto el corazón... jajajaja.
On fire, la chica estaba on fire... si hubiese un concurso de chistes malos, la habrían expulsado por profesional...
Lejos de la realidad, últimamente había comenzado a serlo. ¿Pero por qué iba a tener que tener cuidado? La vida llegaba a ser realmente efímera cuando tratas de salvaguardarla, más aún cuando sabes que no puedes morir. A saber cuantas veces había muerto en la última década...
—Es difícil no parecer una temeraria cuando tu cuerpo regenera cualquier tipo de herida, la verdad...
¿Cómo negar lo evidente?
—Lo de la lanza en el corazón es cierto. Hice una apuesta con un chico que se negaba a creerme, y al final tuvo que invitarme a comer... jajajajaja. —alegó respecto al incidente, como si de algo divertido se tratase. —Pocas veces había aceptado comer con alguien que me había roto el corazón... jajajaja.
On fire, la chica estaba on fire... si hubiese un concurso de chistes malos, la habrían expulsado por profesional...