28/06/2017, 01:28
Las salidas de Ritsuko casi nunca terminaban bien, incluso cuando no hacía absolutamente nada terminaba por ganarse el odio de alguien o mínimo agredida, se veía claro en el ‘tatuaje’ de su frente aunque había optado por ocultarlo luciendo la bandana en la frente, al menos por ahora se mantendría así, ya pensaría cómo diantres deshacerse de esa D enorme que le habían marcado allí.
—¿Por qué sales? ¿No ibas a quedarte encerrada hasta que te tocara pelear? —Preguntó la madre de la kunoichi.
Pero no recibió respuesta alguna de parte de la pelirroja que no parecía de muy buen humor. Pero de todas maneras se había dado el lujo de salir de su habitación y del edificio donde estaban todos los de Kusagakure. ~¿La muda esa habrá venido? ~Se preguntaba la kunoichi, quien caminaba por un sendero que llevaba a saber a dónde, no se había llevado mapa ni nada similar así que no tenía mucha idea de nada.
Pasaron un par de horas, el sol comenzaba a ponerse y la chica apenas si había llegado a un lugar bastante curioso, no estaba abrumadoramente lleno pero habían algunas personas saliendo, parecía ser una especie de apertura en las cordilleras y a la chica le dio curiosidad, principalmente porque la gente que salió tenían toda la pinta de civiles visitando, tal vez de vacaciones o a saber.
—¿Crees que habrá algo? —Preguntó el ente espectral que no dejaba de seguirla.
—Seguro que sí, por algo vinieron —respondió avanzando a paso lento por aquella formación.
Poco le importaba si caía la noche y seguía por ahí fuera, incluso cabía la posibilidad de que al regresar ya todos los de Kusagakure estuviesen durmiendo.
—¿Por qué sales? ¿No ibas a quedarte encerrada hasta que te tocara pelear? —Preguntó la madre de la kunoichi.
Pero no recibió respuesta alguna de parte de la pelirroja que no parecía de muy buen humor. Pero de todas maneras se había dado el lujo de salir de su habitación y del edificio donde estaban todos los de Kusagakure. ~¿La muda esa habrá venido? ~Se preguntaba la kunoichi, quien caminaba por un sendero que llevaba a saber a dónde, no se había llevado mapa ni nada similar así que no tenía mucha idea de nada.
Pasaron un par de horas, el sol comenzaba a ponerse y la chica apenas si había llegado a un lugar bastante curioso, no estaba abrumadoramente lleno pero habían algunas personas saliendo, parecía ser una especie de apertura en las cordilleras y a la chica le dio curiosidad, principalmente porque la gente que salió tenían toda la pinta de civiles visitando, tal vez de vacaciones o a saber.
—¿Crees que habrá algo? —Preguntó el ente espectral que no dejaba de seguirla.
—Seguro que sí, por algo vinieron —respondió avanzando a paso lento por aquella formación.
Poco le importaba si caía la noche y seguía por ahí fuera, incluso cabía la posibilidad de que al regresar ya todos los de Kusagakure estuviesen durmiendo.