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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Un día normal de primavera, las pequeñas hojas rosadas adornando el suelo de las calles, la suave brisa refrescante que apacigua los potentes rayos ultravioletas expedidos por el astro mayor que ilumina todo Ōnindo, los ninjas de Uzushiogakure mezclados con los civiles que repletan las calles de la aldea shinobi perteneciente al país de la Espiral, que provocan un bullicio imposible de ignorar se pasean por las calles realizando sus tareas diarias.

Sí, eso le habría gustado estar presenciando al Uzureño, pero para su desgracia, el lugar donde se encontraba, no se parecía a la descripción antes nombrada, todo era verde, todas casas de madera, y la única diferencia que salvaba al lugar de ser un monótono montón de edificios exactamente iguales en medio de un bosque, era un par de lugares que destacaban por su altura, pero el resto parecían una copia de la primera edificación de la aldea.

Ashito se encontraba atravesando las calles de Kusagakure, paso a paso buscando encontrar lo que buscaba desde que ingreso en la academia, tuvo suerte de poder ingresar a la villa, ya que lo hizo acompañado de un residente de la aldea, de otra forma nunca habría logrado atravesar las puertas de semejante lugar, el completo crédito de poder continuar con su búsqueda se lo debía a Nonoha, sin ella jamás habría ingresado a la aldea oculta entre las hiervas, de hecho, ni siquiera habría podido encontrarla, tenía antecedentes de no tener muy buena orientación, por lo que nunca podría haber encontrado la fortaleza shinobi del país del Bosque.

El joven había tomado varias precauciones para pasar desapercibido, no quería recibir miradas indeseadas todo el tiempo por ser un forastero de la villa, por lo que al salir de la casa en la que se encontraba unas horas atrás, se quitó su bandana del cinturón para poder pasar como un civil más de la aldea.

Sabía que era lo que tenía que encontrar, pero no sabía por dónde empezar a buscar, no podía ir preguntando persona por persona si conocían a alguien con el apellido que tanto odiaba, aunque por cómo iba la situación, probablemente terminaría haciéndolo, después de todo, que otra forma tendría un analfabeto de encontrar a alguien, incluso si hubiera un directorio donde consultar, sería inútil porque no sabe leer.

<< Un lugar donde conozcan a todos, un lugar donde concurran la mayoría de las personas, mmm…>> el joven Uzureño pensaba y pensaba tratando de hallar la forma de iniciar su búsqueda, sabia que seguro alguien de aquí debería conocerlos, pero, la pregunta era ¿Quién?

- ¡Ya lo sé!- exclamo de repente el muchacho llamando la atención de varias personas en las calles de la aldea- Una taberna, ahí va mucha gente, y los taberneros saben todo sobre sus aldeas- agrego ignorando las peculiares miradas que eran dirigidas hacia su persona comenzando a correr en busca del lugar mencionado.

Varias horas después…

- ¡Mierda! Porque todo aquí es tan monótono, acabo de pasar por aquí hace unos instante, como demonios puede ser que después de buscar por horas no pueda encontrar una maldita taberna- los humos del chico ya se habían ido hasta las nubes casi podía verse el vapor salir por arriba de su cabeza, estaba cansado sediento y para colmo no se había saciado cuando comió antes, por lo que ahora tenía hambre nuevamente.

- Talvez debería volver a casa- pensó desanimado y sin tener ni una sola pista de su objetivo.

- Oye niño- llamo un hombre desde la entrada de su casa, el sol ya se había puesto y la aldea se había teñido de oscuridad, siendo iluminada levemente por las luces procedentes de las casas que bordeaban las calles- ¿Que estás haciendo? hace rato que te veo dando vueltas por aquí y me estas empezando a cabrear, ¿debo recordarte que estas en una aldea repleta de shinobis?, si estás pensando en saquear algún lugar, te advierto que te ira mal, no sé de donde vengas, pero no te conviene realizar vandalismo aquí- agrego el hombre con cara de pocos amigos, el tipo era bastante alto llegando rozar el metro noventa, su cuerpo parecía bastante entrenado, por lo que podía deducir que se trataba de ninja fuera de servicio, en su cara se mostraban unos grandes ojos café marcados por un ceño fruncido que mostraban una gran molestia, pero lo que más llamaba la atención del Uzureño, no era ni su altura ni sus palabras, le inquietaba el hecho de que la mitad de su rostro parecía marchitado, su color era más rojizo que las otras partes de su piel, sin duda había tenido sus buena experiencias, ya que la quemadura de su rostro descendía hasta su cuello perdiéndose entre sus ropas.

<< Como demonios se dio cuenta que no soy de aquí…>> pensó mientras examinaba las palabras del sujeto<< Ah, ya entiendo, dedujo que al dar tantas vueltas por el mismo lugar, no conozco la aldea, nada fuera de la verdad, aunque no tiene por qué creer que soy un ladrón, no he hecho nada sospechoso, al menos que dar vueltas por horas por el mismo lugar sea sospechoso…>> una gota de sudor se resbalo por su nuca cuando comprendió en la situación que se encontraba el shinobi de Kusa y como había llegado a esa conclusión.

- Lo siento, no quería molestarlo, no soy ningún ladrón ni estoy pensando en hacer ningún acto de vandalismo, es solo que como dedujo, no soy de aquí y no se hacia dónde debo ir- exclamo con mucho respeto hacia el shinobi para evitar tener algún problema.

- Supongamos que lo que dices es cierto, no me interesa lo que hagas, pero ya estoy cansado de verte por aquí, te daré algunas indicaciones para no volverte a ver, ¿hacia dónde quieres ir?- pregunto desganado, aunque sin quitar su cara de odio a la humanidad.

- Estoy buscando una taberna, nece…

- ¿Una taberna, siendo tan pequeño? ¿Y dices que no eres un vándalo?- interrumpió el hombre dando un paso al frente como quien se prepara para atrapar a alguien.

- Eh, no, no es que esté buscando la taberna en sí, es que necesito encontrar a alguien, y estoy seguro de que en una taberna lo conocerán, no soy ningún vándalo de verdad no quiero problemas aquí- contesto exaltado el joven por las sospechas del Kusareño<<¿De verdad parezco un maleante?>> pensó decepcionado por la forma en que estaba siendo tratado, nunca lo habían tratado como a un maleante, es más, por su apariencia, siempre lo habían tratado como a un niño inocente<<Parece que en el mundo de los shinobis no puedes fiarte de nadie, bueno, al menos él no lo hace>>

- Ok, no te creo una palabra de lo que dices, pero supongo que no puedo obligarte a irte de la aldea solo por mis sospechas, te guiare hasta la taberna, pero no te separaras ni un segundo de mí, no confió en ti, y estoy seguro que harás algo que perjudique a la aldea, me recuerdas a esos malditos de Uzushiogakure, vamos- exclamo el hombre comenzando a caminar a un paso bastante acelerado.

- E-está bien- respondió el niño bastante intimidado por el shinobi que tenía en frente<< La intuición de este tipo es increíble, menos mal que guarde mi banda>> pensó observando su mochila con una sonrisa bastante nerviosa.

El paso del ninja mayor era muy rápido, y contando las largas piernas del hombre, se hacía un paso casi imposible de seguir para Ashito caminando, por lo que el Uzureño lo seguía a trote a sus espaldas.

-Eh, disculpe, ¿hasta dónde tenemos que ir?- pregunto el peliazabache algo agitado por el trote luego de varios minutos de seguirlo en línea recta.

El Kusareño se mantuvo en silencio evitando responder al niño, aunque luego se arrepentiría ya que el Uzureño comenzó a preguntar una y otra vez lo mismo.

- Oiga señor, ¿hasta dónde tenemos que ir?, señor, señor, ¿falta mucho para llegar? oiga, oiga, señor ¿en dónde queda la taberna?- a cada una de las preguntas una vena se marcaba más y más en la frente del ninja, hasta que ya no aguanto más.

- ¡¡¡Ya cállate o te matare maldito niño!!! ¿Ves esa torre grande de ahí? Es en donde se encuentran todos los locales de comida bebidas o cualquier cosa que quieras comprar, ya te dije hasta donde vamos, ¡Ahora cierra la boca o yo te la cerrare! ¿Entendido?- tras la gran respuesta del shinobi, el mismo acelero aún más el paso dejando atrás al impactado peliazabache, quien se sorprendió por la reacción del ninja de la hierba, y se vio obligado a realizar una carrera para alcanzar a quien casi le había provocado un infarto instantes atrás.

Solo pasaron unos minutos hasta que llegaron a la torre del ocio, habrían tardado más, pero debido al acelerado paso del Kusareño, se ahorraron varios minutos para llegar.

- Es aquí, ven te llevare hasta una buena taberna, no vaya a ser que entres en un lugar de mala muerte y termines desapareciendo- comento el hombre dando el primer paso para ingresar en la torre.

-Eh, ¿Qué? Desapareciendo, que clase de torre es esta, ¿no se supone que es una aldea shinobi? Debería estar más protegida que cualquier otro lugar- exclamo claramente asustado por las palabras del adjunto.

- No a estas horas, sin contar que la gente de aquí sabe a dónde debe o no meterse, en todo lugar hay algo oculto que escapa a las manos de la ley, no existe la paz o la justicia absoluta, eso es solo una ilusión, al menos mientras existamos los shinobis, la paz nunca será absoluta- al decir esas palabras su ceño seguía fruncido, pero no tanto como antes, podía notarse la diferencia entre su cara con molestia o la que llevaba ahora que era un tanto seria.

- Pienso diferente- respondió el Uzureño colocando una cara seria al igual el shinobi de Kusa- Somos nosotros quienes fracturamos el mundo, seamos o no shinobis, el mundo seguiría igual o peor, las cosas no cambiaran solo porque dejen de existir los ninjas, es más, el mundo necesita las sombras, todo se basa en equilibrio, no existirían héroes si no hubieran villanos, es la misma luz la que provoca la sombra, no hay nada que no tenga un contrario, demasiado dulce te empalada, demasiado salado te lastima, el punto está en encontrar el equilibrio, los ninjas son los que actúan en las sombras, lo que hacen los trabajos que otros no pueden hacer, sin los ninjas el mundo viviría de guerra en guerra, es gracias a los ninjas que se logró esta paz, aunque sea temporal, creo que estas menospreciando mucho nuestra profesión.

- ¿Nuestra profesión?- pregunto el hombre colocando una diabólica mirada en el Uzureño.

- B-bueno, nu-nuestra, tu profesión, en cierta forma, ¿no todos somos shinobis? Después de todo, quien no tiene algo oculto en las sombras, o quien no ha hecho algo sin esperar ningún crédito, ¿eso no lo hacen los ninjas?- respondió trabándose varias veces pensando en cómo arreglar la que se había mandado.

- ¡JAJAJA!- la risa podía oírse en casi toda la torre del ocio, parecía haber escuchado al mejor cómico del mundo decir el chiste más recordado en la historia- No te preocupes, hace mucho que deduje que eras un shinobi, no parecías ser un vándalo, solo te acompañe porque no creía que un ninja que oculta su bandana hiciera algo bueno en una aldea ajena, jaja, ya me estas empezando a caer bien, tu lógica no está nada mal, talvez si estoy menospreciando un poco nuestra profesión- incluso riéndose, su ceño fruncido no desaparecía, su temperamento seguramente no era nada sencillo de controlar.

- ¿Eh? ¿Todo el tiempo supiste que era un ninja? Tienes idea de cuánto me costó idear esa excusa, casi siento que se me revienta la cabeza- reclamo el niño haciendo pucheros con su boca.

- Jajaja, se nota que pensar no es lo tuyo- respondió el mayor colocando su mano sobre la cabeza del chico- Ah, por cierto, olvide presentarme, soy Shiratori Kuma- exclamo el mismo extendiendo la mano hacia el Uzureño.

- Yo soy Kurusu Ashito- correspondió el joven al saludo, aun con un leve recelo por lo que le había hecho.

- Oye, que me estés comenzando a caer bien, no significa que confié en ti, es más, ahora que confirmo que eres un shinobi, puedes estar seguro que no te quitare el ojo de encima mientras estés en la aldea- claro, podrá caerle bien todo lo que quieras, pero en el mundo shinobi, el único que cree completamente en alguien, es el antiguo Hokage de la hoja.

Los pasos habían bajado el ritmo al ingresar en la torre, por lo que tardaron algunos minutos más en llegar al lugar a donde estaba siendo guiado el Kurusu, la puerta estaba algo gastada, incluso había partes astilladas, el ninja tomo la perilla la giro y empujo hacia adelante, el lugar era muy oscuro, un repugnante olor a alcohol y otras sustancias salieron de adentro, inundando su nariz de un aroma que para alguien que jamás había probado una gota de alcohol, era nauseabundo.

<<Demonios, si me trajo aquí porque no quería fuera a un lugar de mala muerte, no quiero ni imaginarme como sería un lugar de mala muerte>> pensó dudando si entrar o no, Kuma ya había ingresado sin siquiera mirar en su dirección<<Ah, tendré que aguantarme, yo elegí venir aquí>>.

Shiratori se dirigió directo a la barra, la cual se encontraba al final de la habitación a unos 5 metros de la entrada y pidió un trago, parecía que había olvidado el porqué de su presencia ahí. Con un gran suspiro, Ashito ingreso al lugar siguiendo los pasos del quemado y se colocó en la barra a un metro del shinobi.

- ¿Qué haces aquí? Este lugar no es para niños- expreso el cantinero llamando la atención del Kurusu, Shiratori de verdad parecía haber olvidado que vino con él, ya que a pesar de estar a solo un metro de distancia, lo ignoraba totalmente, como si hubiera ido a beber después de un mal día.

- Eh, yo, estoy buscando a alguien- pregunto el chico algo inseguro por la apariencia del lugar, era una taberna común y corriente, solo que Ashito nunca había estado en una y no se imaginaba un lugar tan lúgubre.

- Pues estas en el lugar equivocado, esto no es una oficina de atención al público, nada aquí es gratis, si quieres una conversación, compra algo- las palabras frías y secas del cantinero le hicieron ver que al parecer ya había dicho esa frase muchas veces, por lo que seguramente tendría la información que buscaba.

- Eh, ¿tiene algo sin alcohol?- pregunto algo avergonzado, las tabernas son famosas por vender alcohol, y él va a una a comprar algo sin alcohol, tiene mucha lógica.

- Agua- respondió el hombre con una irónica sonrisa mientras fajinaba un jarro de vidrio.

- Muy bien, deme cualquier cosa, de todas formas no planeo tomarlo- expreso el Uzureño empezando a cansarse de la actitud del cantinero.

- Aquí tienes, son 50 ryos- claro, un niño jamás sabría de tragos, por lo que el tipo, sirvió el trago más barato cobrándole como el más caro, aunque a Ashito no le importo, 50 ryos no eran nada si lograba conseguir alguna pista de paradero de su familia, por lo que pago sin rechistar.

- ¿Ahora me dirás lo que quiero saber? indago el joven guardando su monedero nuevamente donde estaba.

- Si lo sé, no tengo ningún inconveniente- respondió el hombre poniendo más atención en la palabras del chico.

- Necesito saber cualquier cosa que sepas sobre la familia Yoshimitsu- soltó sin morderse la lengua y sin importarle nada más que eso.

-Oh, hace mucho que no oía ese apellido, si los conozco, aunque abandonaron Kusa hace bastante, para ser exactos, 15 años atrás, no se si lo que escuche es cierto, pero se escucharon rumores de que la familia volvería a unirse- con cada palabra el ceño de Ashito se fruncía más y más, aunque no entendía ni un pimiento a que se refería con volverse a unir.

- A que te refieres con volverse a unir- interrumpió el joven tratando de quitar sus dudas.

- De verdad no sabes nada ¿verdad?, la familia Yoshimitsu es más antigua incluso que los años que lleva el tratado de paz entre las tres naciones, eran un clan con mucha influencia en la aldea de la hierba antes de lo sucedido en el valle del fin, cuando las 5 grandes naciones cayeron, el poder del país del bosque se fue fortaleciendo, y a su vez disminuyendo el de la familia Yoshimitsu, aun después de que se formara el tratado de paz, el clan aun tenia gran autoridad en el país, pero con el pasar del tiempo, sus riquezas se fueron reduciendo y su autoridad disminuyendo, provocando así, que el clan se dividiera en dos, hubo algunas batallas internas para definir el control de la familia, aunque todo lo hacían a escondidas del Morikage, no querían involucrar a la aldea en asuntos del clan, luego de algunos años de discrepancia entre ambas partes, la mitad de la familia se mudó al país de la Espiral, donde se establecieron y fueron creciendo al servicio de Uzushiogakure, después de la separación, todo el asunto fue informado a la aldea, no muchos se enteraron, pero ni te imaginarias lo que las personas pueden decir estando ebrias- una leve sonrisa salió de la boca del castaño que atendía la taberna mientras llevaba un trago a su boca- Bueno, que mas, ah, ya se, al parecer la parte del clan de la Espiral quiso unir fuerzas con un clan que estaba empezando a crecer y hacerse famoso en el país del fuego, Kursu o Krusu, algo así, pero algo salió mal, y todo el clan fue completamente aniquilado.

-¿Qué? E-eso es imposible, no puede haber sido aniquilado- interrumpió muy alterado el Kurusu tratando de hallar alguna explicación al asunto.

- Oye, oye, no me interrumpas, la historia aun no acaba, no fue completamente aniquilado, quedaron los miembros más fuertes, ellos regresaron aquí, y pidieron ayuda a la otra mitad, podrían no vivir juntos, pero aun así, parece que aun llevan algo de compasión por su familia, 10 años, eso se tardaron en localizar a los responsables de la aniquilación, actualmente, la totalidad del clan Yoshimitsu se encuentra luchando contra el clan Kurusu en el país del fuego. Bueno, eso es todo lo que se, apenas si se algo, ja, tienes suerte de que me haya interesado la historia, dicen que luego de que acabe la batalla el clan volverá a ser uno solo- Ashito solo se quedó sentado con la vista hacia abajo y luego con una sonrisa algo oscura sujetó el vaso que le habían servido y se lo tomo de un trago.

- Puaj, esto es asqueroso, como puede gustarles esto- exclamo el Uzureño tosiendo y sujetando su garganta- Eh, gracias- vocifero entrecortándose con la tos para luego girar y dirigirse hacia afuera siendo seguido por Shiratori.

-¿Y? ¿Conseguiste lo que buscabas?- pregunto el shinobi colocándose a su lado.

- Si, y con creces- respondió sin siquiera dirigirle la mirada <<Con esto estoy mucho más cerca, ya falta menos, Madre, Padre, ya falta poco, podrán descansar en paz>> pensó mientras salía de la gran torre para dirigirse hacia la salida de la aldea.

- No creo que sea buena idea el irte a estas horas, podrás ser un ninja, pero créeme cuando te digo que los bandidos de por aquí no son nada débiles- comento el quemado mirando en la dirección contraria- Eso de allá, es una posada, podrás pasar la noche ahí- acoto mientras señalaba con su dedo el lugar que indicaba.

- Muchas gracias por todo, Shiratori-san- el joven se puso en marcha hacia la posada indicada dejando al shinobi de Kusa parado sobre la calle mientras lo veía marchar, desde que había escuchado la historia del cantinero, la actitud del niño había cambiado drásticamente, era mucho más sombría que el Ninja que lo observaba, incluso podría llegar a causar miedo.

***

- Ahh… al fin en casa- Exclamo parado frente a la puerta de Uzushiogakure, habían pasado poco más de un mes desde su partida, por lo que la alegría que recorría su cuerpo en ese momento no tenía comparación, había pasado por muchas cosas, desorientaciones, asaltos, peleas, visitas a desconocidos, entre otras, pero, al menos, había logrado cumplir con el objetivo del viaje, y eso lo tenía más que satisfecho, tenía unas ganas incontrolables de volver a ver a su hermana<<¿Estará preocupada por mí?, hace más de un mes que no me ve, estoy seguro que saltara de alegría al verme>> el joven ingreso y se dirigió directo hacia jardín de los cerezos, donde siempre entrenaban después de la academia, y allí estaba, su cabello castaño seguía igual, parecía que no había pasado ni un día desde que se había ido, en la plataforma donde siempre lo esperaba se encontraba entrenando su ninjutsu, de verdad era habilidosa, seguramente se convertiría en una kunoichi más poderosa que él, estaba completamente orgulloso de ella.

- Sakura, ya regrese- exclamo a un lado de la plataforma.

Sus ojos se iluminaron, comenzaron a brillar de tal forma que los rayos del sol rebotaban en ellos y encandilaban a quien la mirara, ceso su entrenamiento y entrecerró los ojos para poder vislumbrar a quien la hablaba, ya que el sol le impedía poder ver con libertad en su dirección.

-¿Ashito?- pregunto la castaña dirigiéndose a la orilla de la plataforma, mientras se iba acercando el ceño de la niña se entrecerraba, sus puños se tensaron y comenzó a correr en su dirección, Ashito, esperando una cálida bienvenida de su hermana, abrió los brazos y cerró los ojos, para después sentir una fuerte patada en su barbilla.

- Idiota, porque te tardaste tanto, ni siquiera fuiste a una misión, estoy segura- cada una de las palabras iba acompañada de un golpe de la niña, mientras él comenzaba a correr tratando de esquivarla<< Estoy en casa>> pensó mientras corría desesperadamente por todas las plataformas, sin duda alguna, no hay nada como estar en casa.
Verás

La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Victoria

- Hablo-

<<Pienso>>



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Mensajes en este tema
Me lo dijo un cantinero de Kusa - por Haru - 29/06/2017, 08:39
RE: Me lo dijo un cantinero de Kusa - por Nonoha - 1/07/2017, 00:56
RE: Me lo dijo un cantinero de Kusa - por Haru - 1/07/2017, 18:52
RE: Me lo dijo un cantinero de Kusa - por Nonoha - 1/07/2017, 19:55
RE: Me lo dijo un cantinero de Kusa - por Haru - 4/07/2017, 15:01


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