Su imaginación le jugó una mala pasada, todas esas imágenes, diálogos pensamientos, e incluso el encuentro con su hermana fueron solo sus deseos de volver nuevamente a su casa, deseos, solo eso.
Al agradecer al Shiratori por su ayuda, se dispuso a continuar en la dirección señalada, habría llegado a la posada, sino hubiera sido detenido por una figura oscura que se posó detrás de él, tomando su brazo y llevándolo junto a la cintura provocandole un arduo dolor en su hombro.
—Alto ahí— la voz femenina se dejó escuchar amenazante, provocando un fuerte escalofrió que recorrió todo su cuerpo— Morikage-sama ha ordenado tu presencia en su despacho… shinobi de Uzushiogakure— agrego un tono despectivo, separando la frase “shinobi de Uzushiogakure” de la oración.
<<Como demonios supieron que pertenezco a Uzushio, ni siquiera se lo dije a Shiratori-san>> pensó bastante alterado por la situación que comenzaba a tornarse peligrosa.
La mujer lo arrastro con ella hacia el despacho del Morikage, aunque no sin antes detenerse frente al shinobi con el que había estado instantes atrás exhortándolo por su actuar, una terrible angustia invadió su ser al escuchar las palabras de la que podía deducir, era anbu de Kusa.
- Lo siento mucho, Shiratori-san- susurro al pasar junto al cabizbajo shinobi, que sin duda alguna comprendía perfectamente las consecuencias de sus actos.
Al llegar al edificio del actual líder de la aldea oculta entre las hiervas, pudo ver que no solo él tendría consecuencias por sus actos, Nonoha se situaba en medio de la habitación, parecía haber sido arrastrada al despacho desde la misma cama, no podía creer lo que veía, había recibido una enorme ayuda procedente de los dos que ahora estaban siendo culpados de traición, aunque seguramente, ninguno pensó que sus actos los llevarían a tales extremos.
El Morikage se encontraba de pie, imponente, con su serio rostro situado frente a un enorme ventanal que dejaba ver prácticamente toda la aldea, si Ashito creía que Shiratori daba miedo, estaba a punto de experimentar una emoción nueva.
— Espero que tengáis una buena excusa para explicar esto— las amenazantes palabras del líder de la aldea se dejaban escuchar firmes y claras, un desgarrador sentimiento invadía su interior por haber involucrado no solo a uno sino a dos shinobis de la aldea en la que se encontraba, pero aun así, no se arrepentía de nada, solo de esa manera podría haber llegado a cumplir con su objetivo, y por ello, lo único que no estaría dispuesto a sacrificar era a su hermana.
— ¿Qué hace un shinobi de Uzushiogakure en Kusagakure? ¡Hablad!
Ashito espero unos segundos después de oír hablar al Morikage, después de todo, por más que no estuviera arrepentido, eso no hacía que sus piernas dejaran de temblar como dos pequeñas ramas tambaleadas por una fuerte ventisca.
- Lo-lo siento, yo s-soy el responsable, ellos no sabían que era un shinobi- expreso con su temblorosa voz para tratar de excusar a los otros involucrados- Es a mí a quien deben castigar, ellos solo fueron, fueron, utilizados, no tienen que ver conmigo- cada una de las palabras salían, aunque temblorosas por la situación, salían tan seguras como si se tratara de la verdad, aunque no fuera ese el caso, tantos años fingiendo tendrían que haberle dado algún talento para actuar, seguramente sabrían distinguir que mentía, pero él se mantendría firme en esa respuesta, haría lo más que pudiera para poder librarlos de esa situación, su caso era inexcusable, pero tanto Nonoha como Shiratori podían salir impunes de ahí, claro, según su propia interpretación de la situación.
Al agradecer al Shiratori por su ayuda, se dispuso a continuar en la dirección señalada, habría llegado a la posada, sino hubiera sido detenido por una figura oscura que se posó detrás de él, tomando su brazo y llevándolo junto a la cintura provocandole un arduo dolor en su hombro.
—Alto ahí— la voz femenina se dejó escuchar amenazante, provocando un fuerte escalofrió que recorrió todo su cuerpo— Morikage-sama ha ordenado tu presencia en su despacho… shinobi de Uzushiogakure— agrego un tono despectivo, separando la frase “shinobi de Uzushiogakure” de la oración.
<<Como demonios supieron que pertenezco a Uzushio, ni siquiera se lo dije a Shiratori-san>> pensó bastante alterado por la situación que comenzaba a tornarse peligrosa.
La mujer lo arrastro con ella hacia el despacho del Morikage, aunque no sin antes detenerse frente al shinobi con el que había estado instantes atrás exhortándolo por su actuar, una terrible angustia invadió su ser al escuchar las palabras de la que podía deducir, era anbu de Kusa.
- Lo siento mucho, Shiratori-san- susurro al pasar junto al cabizbajo shinobi, que sin duda alguna comprendía perfectamente las consecuencias de sus actos.
Al llegar al edificio del actual líder de la aldea oculta entre las hiervas, pudo ver que no solo él tendría consecuencias por sus actos, Nonoha se situaba en medio de la habitación, parecía haber sido arrastrada al despacho desde la misma cama, no podía creer lo que veía, había recibido una enorme ayuda procedente de los dos que ahora estaban siendo culpados de traición, aunque seguramente, ninguno pensó que sus actos los llevarían a tales extremos.
El Morikage se encontraba de pie, imponente, con su serio rostro situado frente a un enorme ventanal que dejaba ver prácticamente toda la aldea, si Ashito creía que Shiratori daba miedo, estaba a punto de experimentar una emoción nueva.
— Espero que tengáis una buena excusa para explicar esto— las amenazantes palabras del líder de la aldea se dejaban escuchar firmes y claras, un desgarrador sentimiento invadía su interior por haber involucrado no solo a uno sino a dos shinobis de la aldea en la que se encontraba, pero aun así, no se arrepentía de nada, solo de esa manera podría haber llegado a cumplir con su objetivo, y por ello, lo único que no estaría dispuesto a sacrificar era a su hermana.
— ¿Qué hace un shinobi de Uzushiogakure en Kusagakure? ¡Hablad!
Ashito espero unos segundos después de oír hablar al Morikage, después de todo, por más que no estuviera arrepentido, eso no hacía que sus piernas dejaran de temblar como dos pequeñas ramas tambaleadas por una fuerte ventisca.
- Lo-lo siento, yo s-soy el responsable, ellos no sabían que era un shinobi- expreso con su temblorosa voz para tratar de excusar a los otros involucrados- Es a mí a quien deben castigar, ellos solo fueron, fueron, utilizados, no tienen que ver conmigo- cada una de las palabras salían, aunque temblorosas por la situación, salían tan seguras como si se tratara de la verdad, aunque no fuera ese el caso, tantos años fingiendo tendrían que haberle dado algún talento para actuar, seguramente sabrían distinguir que mentía, pero él se mantendría firme en esa respuesta, haría lo más que pudiera para poder librarlos de esa situación, su caso era inexcusable, pero tanto Nonoha como Shiratori podían salir impunes de ahí, claro, según su propia interpretación de la situación.
- Hablo-
<<Pienso>>