1/08/2017, 23:24
Tras el saludo de la chica, Juro también hizo por dar la bienvenida al hombre. Ambos lo hicieron de forma descastada y algo tosca, pues no sabían ni porqué estaba ahí ese hombre. De pronto, el hombre inquirió que sentía interrumpir la conversación que pudiesen tener la señorita y el niño, dando paso paso a la pregunta de cómo se encontraba. Sin dar apenas tiempo a que contestase, atacó de nuevo con otra pregunta, preguntando si el niño era familiar suyo o simplemente había quedado embobado frente a su belleza.
«Así que es eso...»
La chica miró a Juro, sin saber muy bien qué decir. Sin embargo, no era la única en esa situación, pues el chico intentó abrir la boca, pero pareció quedarse con las ganas. No encontraba palabra que escupir al hombre.
De nuevo, desvió su mirada hacia el hombre, que lejos de mantenerse callado, buscaba con ánimos descubrir el nombre de la pelirroja. Eso si, al menos tuvo el detalle de informar de su nombre primero, así como de su oficio —vendedor ambulante— y su condición de viajero que se ganaba la vida con sus trayectos mercantiles.
—Es un amigo, y... mi nombre es Aiko. —contestó, aferrándose a no decir que había sido un gusto, mas que nada porque no lo estaba siendo.
»¿Querías algo?
No se lo pensó dos veces, preguntó si buscaba algo para interrumpirles, de manera franca y sin titubeos.
«Así que es eso...»
La chica miró a Juro, sin saber muy bien qué decir. Sin embargo, no era la única en esa situación, pues el chico intentó abrir la boca, pero pareció quedarse con las ganas. No encontraba palabra que escupir al hombre.
De nuevo, desvió su mirada hacia el hombre, que lejos de mantenerse callado, buscaba con ánimos descubrir el nombre de la pelirroja. Eso si, al menos tuvo el detalle de informar de su nombre primero, así como de su oficio —vendedor ambulante— y su condición de viajero que se ganaba la vida con sus trayectos mercantiles.
—Es un amigo, y... mi nombre es Aiko. —contestó, aferrándose a no decir que había sido un gusto, mas que nada porque no lo estaba siendo.
»¿Querías algo?
No se lo pensó dos veces, preguntó si buscaba algo para interrumpirles, de manera franca y sin titubeos.