7/08/2017, 18:15
Koko se encontraría con una mujer, cuyo aspecto cansino y desgastado le había hecho envejecer más de la cuenta. La dulce aunque aguerrida dama firmaba y archivaba cuantos documentos tuviera en frente, y así continuó haciéndolo incluso mientras Koko expresaba su deseo de ser asignada a una misión de rango D. La chica detuvo su habilidoso proceso de autorización de recados, e hizo contacto visual. Le regaló una plácida sonrisa con gesto turbio y le pidió que esperara un momento, mientras rebuscaba entre los encargos más importantes para ser asignados ese día en particular.
—Buenos días. Permíteme un segundo, si eres tan amable —cuando hubo encontrado finalmente el trabajo más indicado, le extendió la mano por sobre el mostrador, dejando encima un pergamino enrollado, y a su diestra; una hoja de petición y asistencia—. bien, en el contenido del pergamino está toda la información sobre tu asignación. Firma aquí en ésta hoja para confirmar que lo has recibido, y cuando completes la misión, puedes volver aquí para recibir tu pago. ¿Alguna pregunta?
—Buenos días. Permíteme un segundo, si eres tan amable —cuando hubo encontrado finalmente el trabajo más indicado, le extendió la mano por sobre el mostrador, dejando encima un pergamino enrollado, y a su diestra; una hoja de petición y asistencia—. bien, en el contenido del pergamino está toda la información sobre tu asignación. Firma aquí en ésta hoja para confirmar que lo has recibido, y cuando completes la misión, puedes volver aquí para recibir tu pago. ¿Alguna pregunta?