7/08/2017, 22:42
El lago partido, una fuente natural de agua y atractivo único para mi, después de todo debía ser un lugar bastante fresco y tranquilo para visitar, lugar en donde quería relajar la mente y meditar un poco sobre lo ocurrido en la batalla de la primera ronda, no para auto-flagelarme sino para aprender de mis errores.
En esta oportunidad vestía una combinación realmente rara, tenía una franela sin mangas de color azul marino y un short que llegaba un poco más arriba de la rodilla de color negro, mis piernas iban vendadas desde el tobillo hasta perderse en la continuidad de la tela negra, y de la misma manera se encontraban mis miembros superiores solo que las vendas cubrían mis manos, dejando los dedos descubiertos, hasta el antebrazo. Y lo que más destacaba era un apósito adherido con adhesivo en mi mejilla izquierda.
Cualquier que me viera diría que me fue muy mal y realmente lo fue, recibir una explosión, un corte en el muslo y luego una descarga eléctrica a tan corta distancia... Después de todo aquel evento y proceso de recuperación, que llevó unos cuantos días, finalmente estaba caminando medianamente bien, aunque mi cuerpo aún dolía.
Una vez en el puente me di cuenta que no era el único en el lugar, mientras más me acercaba podía ir definiendo las imágenes hasta tal punto de reconocer las identidades de aquel par. "Sí son Kaido y Daigo... "
A Daigo no lo conocía bien a fondo, a Kaido no tanto, pero estaba seguro que a lo mejor decía algo respecto a mi nuevo aspecto, con un poco de temor a la burla seguí caminando a paso lento y con un poco de calma, estaba conforme conmigo mismo de haber dado lo mejor de mi y esa lo que importaba.
—Buenas, ¿les importo sí me siento aquí con ustedes?— Manifesté antes de que el peliverde dijera quien había sido su rival.
"¿Daruu? Creo que he escuchado ese nombre antes..."
En esta oportunidad vestía una combinación realmente rara, tenía una franela sin mangas de color azul marino y un short que llegaba un poco más arriba de la rodilla de color negro, mis piernas iban vendadas desde el tobillo hasta perderse en la continuidad de la tela negra, y de la misma manera se encontraban mis miembros superiores solo que las vendas cubrían mis manos, dejando los dedos descubiertos, hasta el antebrazo. Y lo que más destacaba era un apósito adherido con adhesivo en mi mejilla izquierda.
Cualquier que me viera diría que me fue muy mal y realmente lo fue, recibir una explosión, un corte en el muslo y luego una descarga eléctrica a tan corta distancia... Después de todo aquel evento y proceso de recuperación, que llevó unos cuantos días, finalmente estaba caminando medianamente bien, aunque mi cuerpo aún dolía.
Una vez en el puente me di cuenta que no era el único en el lugar, mientras más me acercaba podía ir definiendo las imágenes hasta tal punto de reconocer las identidades de aquel par. "Sí son Kaido y Daigo... "
A Daigo no lo conocía bien a fondo, a Kaido no tanto, pero estaba seguro que a lo mejor decía algo respecto a mi nuevo aspecto, con un poco de temor a la burla seguí caminando a paso lento y con un poco de calma, estaba conforme conmigo mismo de haber dado lo mejor de mi y esa lo que importaba.
—Buenas, ¿les importo sí me siento aquí con ustedes?— Manifesté antes de que el peliverde dijera quien había sido su rival.
"¿Daruu? Creo que he escuchado ese nombre antes..."