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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#5
Nada más cerrar la boca vi la nota de Taeko en la que me corregía pro mi error al referirme a aquella cosa que dijo Gouna.

— Ah si, eso es. Byakugan. Byakugan, joder. Pero sigo sin tener cosas de es...

No tarde en ser corregido de nuevo, solo que esta vez fue Yubiwa y por su risilla, deduje que algo hice mal.

—Yota-kun, espero que prestes más atención durante la misión que la que has prestado en la reunión —dijo—. Gouna-dono indicó que el hilo acabó siendo visible a simple vista. Además, si ellos han dicho que se encuentra en el árbol sagrado, no tenemos más que llegar allí y buscar. O protegerlo.

»Si no recuerdo mal, lo más importante es que esos tipos no se hagan con el chakra. Si aparecen, podremos usar el pergamino para traer hacia nosotros a los demás, y entonces acabaremos con ellos.


Cierto, maldita sea. Nada más me lo repitió Yubiwa me vino como un flashazo en la cabeza. Entonces problema resuelto, ahora tan solo debía disculparme por... mi supuesta falta de atención.

— Lo.. lo siento, Yubiwa-dono. No volverá a suceder

En realidad solo había olvidado aquella parte de la reunión. Sin embargo no podías entretenernos y el grupo siguió la marcha, aunque cada vez había menos población de cañas de bambú, las cuales dieron paso a un bosque de arboles normales y corrientes. Fue entonces cuando mi caramelo se vio consumido por mis fauces y arrojé el palito de plástico con la diestra. Justo después nos adentramos entre las ramas gruesas de aquellos arboles para avanzar lo más rápido posible.

Pese a que la noche empezaba a caer y el cansancio era más que evidente en mi cuerpo, Yubiwa ni se detuvo ni aminoró el ritmo. Yo tenía un buzón abierto de par en par en vez de una boca y en cuanto comprobé que Taeko iba bien vi que estaba en una tesitura similar a la mía. No pude evitar sonreír en cuanto se cruzasen nuestras miradas y tratar de ir cogiendo bocanadas de aire en cuanto fuera posible. Era inevitable, pese a que intente que no sucediera que fuera deteniéndome de tanto en tanto en vez de realizar una sola bocanada y para descansar mis mullidas piernas.


— Esto.. Yubiwa-dono, ¿Podríamos parar un rato?

Rezaba a todos los dioses que conocía en mi interior pero el jonnin hizo caso omiso. No tenía intención de detenerse y no iba a hacerlo. Hasta que llegó un punto en el que mis plegarias surtieron efecto. Fue entonces cuando acampamos. montamos una hoguera y sobre ella Yubiwa estaba haciendo unos bollos de arroz rellenos de carne. Noe ra mi comida favorita pero...

Groaaa.

Para mi tripa cualquier cosa sería un buen manjar.


— Ufff... Eso tiene una pinta excelente

—Eh, ¿habéis visto eso, chicos? Allí, en el árbol de allá atrás. Parece... Parece... —Una figura rectangular, de papel, asomaba de dentro de un arbusto—. ¡Qué suerte! Un billete de 500 ryos. Joder, Yota-kun, ¡corre a por él! Se le habrá caído a alguien.

— ¿Eh? ¿El qué? — vi el billete, completamente indefenso, incluso se podría decir que nos hacia carita, como diciendo cógeme — ¡Hostias! ¡500 ryos!

Mi cuerpo no estaba muy por la labor de ir a coger eso, aunque Yubiwa me instase a ello pero... Eran 500 malditos ryos, lo mismo que una maldita misión de las que solía, no como la que estábamos haciendo en ese momento. Esto era distinto. El estomago seguía rugiendo.

— Yo... — instintivamente mis manos se posaron en el suelo, empezando maniobras de levantamiento de Yota — No deberíamos... quiero decir... ¿Y.. Y si alguien se da cuenta de que lo ha perdido y vuelve a por él?... cogerlo estaría mal...

Pero mi cuerpo ya se movía solo, quizás producto del cansancio físico y mental. El cuerpo iba solo y mi boca por otro.

— Sería una putada que ese alguien volviese y no lo encontrase.. Aquí.. Donde se supone que lo perdió...

A la mierda la moralidad. Cogí el billete sin dudarlo.

— El que lo coge se lo queda
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Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa
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RE: (S) Los hilos del mundo: primer hilo - por Sasagani Yota - 9/08/2017, 00:46


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