9/07/2015, 21:43
La pelirroja no desistía por mucho que la Uchiha se mostrase poco dada a hablar, la chica volvía una y otra vez a intentar forzar una conversación, de esta manera presentó incluso a su gemela que tampoco parecía muy entusiasmada con la charla. Incluso trató de disuadir a su hermana alegando que lo mismo la pelinegra estaba de misión, pero ni así fue posible que aquella parlanchina se callase. No había forma.
De hecho, Tomoe se disponía a contestar pero la pelirroja ya lo hizo por ella misma. Era increíble, aquella chica parecía que le habían dado cuerda
"Dioses... que desesperación..." la Uchiha por su parte comenzaba a desesperarse cuando la diatriba de su interlocutora cambió radicalmente. La joven dijo <Lobos...> justo cuando un relámpago quebraba el cielo, iluminándolo todo. Lejos de callarse o reaccionar, la chica tan sólo pudo pensar en si alguien había traído comida.
Tomoe hubiese replicado, pero en aquel mismo isntante se percató de que tenía problemas más graves que atender. La chica giró agilmente, mientras activaba su sharigan pues sintió como una de aquellas bestias se abalanzaba sobre ella. En el giro, aprovechó para cargar la pierna y golpear al lobo a la altura del ocico, con el talón de su pierna derecha, apartándolo de su trayectoria
"Tengo la sensación de que apenas le hecho daño" el lobo golpeo en el suelo pero se reizo rápidamente
Los ojos rojos se clavaron en las cuatro fieras que tenían frente a ellas
"Son demasiados... y estás dos no parecen muy dispuestas a pelear..."
—Corred hacia el agua— ordenó sin dudar la pelinegra mientras se interponía entre los lobos y sus compañeras —Yo os sigo—
De hecho, Tomoe se disponía a contestar pero la pelirroja ya lo hizo por ella misma. Era increíble, aquella chica parecía que le habían dado cuerda
"Dioses... que desesperación..." la Uchiha por su parte comenzaba a desesperarse cuando la diatriba de su interlocutora cambió radicalmente. La joven dijo <Lobos...> justo cuando un relámpago quebraba el cielo, iluminándolo todo. Lejos de callarse o reaccionar, la chica tan sólo pudo pensar en si alguien había traído comida.
Tomoe hubiese replicado, pero en aquel mismo isntante se percató de que tenía problemas más graves que atender. La chica giró agilmente, mientras activaba su sharigan pues sintió como una de aquellas bestias se abalanzaba sobre ella. En el giro, aprovechó para cargar la pierna y golpear al lobo a la altura del ocico, con el talón de su pierna derecha, apartándolo de su trayectoria
"Tengo la sensación de que apenas le hecho daño" el lobo golpeo en el suelo pero se reizo rápidamente
Los ojos rojos se clavaron en las cuatro fieras que tenían frente a ellas
"Son demasiados... y estás dos no parecen muy dispuestas a pelear..."
—Corred hacia el agua— ordenó sin dudar la pelinegra mientras se interponía entre los lobos y sus compañeras —Yo os sigo—