14/08/2017, 00:16
Luego de que la mayor ordenase lo suyo ya la pecosa tenía vía libre a encargar lo suyo pero… «¿Hola? ¿Desaparecí? »pensó sin atreverse a abrir la boca, aunque sí que necesitaba llamar la atención de aquel hombre que miraba firmemente algo en la pelirroja que a ojos de la pecosa no podía ser ni más ni menos que…
—Podría al menos intentar disimularlo… —murmuró dedicándole una mirada reprobatoria al empleado.
A vistas de la kunoichi, este hombre sencillamente estaba mirándole el escote sin ningún ápice de pudor. Algo molesto si le preguntan a ella, más si la estaban ignorando de tal manera.
—Podría al menos intentar disimularlo… —murmuró dedicándole una mirada reprobatoria al empleado.
A vistas de la kunoichi, este hombre sencillamente estaba mirándole el escote sin ningún ápice de pudor. Algo molesto si le preguntan a ella, más si la estaban ignorando de tal manera.