10/07/2015, 00:15
"Por fin se levantó!"
Tomoe se recuperó del golpe, se le veía bastante enfadada, pero con el carácter tan fuerte del que hacía gala, no era de extrañar en absoluto, yo por mucho menos, quedé estéril dos semanas al menos. Por otro lado el gigantón al que nos estábamos enfrentado estaba como una puta cabra, parecía una bestia desbocada. Su aspecto no era normal, hiper musculado, piel enrojecida, ojos inyectados en sangre, ¡además bufaba como un toro!. Daba verdadero miedo, casi tanto como Tomoe cuando se cabreaba.
Después de que Tomoe se lamiera las heridas me gritó que me apartara, justo cuando estaba apunto de ponerle unas bombas en él y olvidarnos del grandullón para siempre. Pero la cosa no acabó ahí, gritó que era suyo.
"Por los Dioses habidos y por haber, son tal para cual..." Mi rostro era un cuadro, daba igual lo que hiciera por ella, que todo lo hacía mal.
Pero si era lo que deseaba no iba a impedir satisfacer su deseo, el problema era que el tipo estaba bailando conmigo y no sabía que hacer para convencerlo para que cambiara de pareja. Desde mi posición veía a Tomoe cargar un par de shurikens e ir a la carga a por nuestro adversario. Esperaría a que el grandullón centrara su atención en la joven kunoichi nuevamente para quitarme del medio.
-Si lo quieres, ¡quítamelo! Exclamé, mientras me centraba en evadir los ataques.
-¡NO! os mataré a los DOS! Dijo el gorila entre gruñidos.
"Lo mejor sería que te rindieras...zoquete psicópata"
Cuando el grandullón se percató que Tomoe se dirigía hacía él por un flanco, se puso en guardia para tenernos a ambos a la vista. Momento que aproveché para apartarme, finalmente se centró en ella. Al gigante, como buen grandullón que era, no se le ocurrió otra cosa que colocar su hombro hacía adelante y cargar hacía Tomoe, con la intención de arrollarla.
-aaaaAAAAAHHHHHHHH!!!
Tomoe se recuperó del golpe, se le veía bastante enfadada, pero con el carácter tan fuerte del que hacía gala, no era de extrañar en absoluto, yo por mucho menos, quedé estéril dos semanas al menos. Por otro lado el gigantón al que nos estábamos enfrentado estaba como una puta cabra, parecía una bestia desbocada. Su aspecto no era normal, hiper musculado, piel enrojecida, ojos inyectados en sangre, ¡además bufaba como un toro!. Daba verdadero miedo, casi tanto como Tomoe cuando se cabreaba.
Después de que Tomoe se lamiera las heridas me gritó que me apartara, justo cuando estaba apunto de ponerle unas bombas en él y olvidarnos del grandullón para siempre. Pero la cosa no acabó ahí, gritó que era suyo.
"Por los Dioses habidos y por haber, son tal para cual..." Mi rostro era un cuadro, daba igual lo que hiciera por ella, que todo lo hacía mal.
Pero si era lo que deseaba no iba a impedir satisfacer su deseo, el problema era que el tipo estaba bailando conmigo y no sabía que hacer para convencerlo para que cambiara de pareja. Desde mi posición veía a Tomoe cargar un par de shurikens e ir a la carga a por nuestro adversario. Esperaría a que el grandullón centrara su atención en la joven kunoichi nuevamente para quitarme del medio.
-Si lo quieres, ¡quítamelo! Exclamé, mientras me centraba en evadir los ataques.
-¡NO! os mataré a los DOS! Dijo el gorila entre gruñidos.
"Lo mejor sería que te rindieras...zoquete psicópata"
Cuando el grandullón se percató que Tomoe se dirigía hacía él por un flanco, se puso en guardia para tenernos a ambos a la vista. Momento que aproveché para apartarme, finalmente se centró en ella. Al gigante, como buen grandullón que era, no se le ocurrió otra cosa que colocar su hombro hacía adelante y cargar hacía Tomoe, con la intención de arrollarla.
-aaaaAAAAAHHHHHHHH!!!