21/08/2017, 00:20
(Última modificación: 21/08/2017, 00:21 por Inuzuka Nabi.)
En su busqueda de un lugar menos abarrotado, Juro acabó saliendo a uno de los balcones-plaza tan extensos que caracterizaban a la Torre de Ocio. En ella había algún que otro ring de tierra donde estudiantes y shinobis practicaban apaciblemente. Pero Juro sabía que interrumpir un combate shinobi aunque fuera de practica era de mala educación, así que buscaría a algún adulto que no estuviese ocupado. Como una pareja joven que admiraba el paisaje.
— Perdone. ¿Sabría decirme en que planta y en qué zona se encuentra el establecimiento: "El Rey de los Dangos"?.
— Por supuesto, chico. Juraría que está dos plantas más arriba por la zona este.— Le contestaría el hombre de la pareja.
— ¿Pero qué dices? Esa planta es la de ropa y accesorios. Si es de comida está en la siguiente planta, pero no estoy segura de la zona. — Replicaría la chica que lo acompañaba.
— Es imposible porque estuve con Misaki el otro día y justo le comenté lo díficil que era bajar tantos pisos con el estomago lleno, y recuerdo que eran más de uno.
— Ya tardabas en mentar a Misaki, así que a ella sí la traes a comer a aquí pero a mi solo me traes de paseito para ver las vistas. Haz el favor de pensar por una vez en tu vida y hacerme caso, la siguiente planta es la de comida y la otra es de ropa.
— Que no, porque viniendo hacia aqui hemos visto que iban a dar un concierto en la planta de arriba, ¿cómo van a dar un concierto si es de comida? Y solo he mencionado a Misaki porque casualmente me la crucé cuando bajaba y caminamos juntos un rato, no porque la trajese a comer. Además, ¿qué demonios iba a hablar yo con Misaki? ¡Si su novio es dos veces yo!
— Osea que lo único que te separa de interesarte por ella es su novio. Y a mi que me den ¿no?
La cosa estaba subiendo de tono y ya no parecían ni recordar a Juro. Ahora el joven shinobi tendría que cargar sobre su conciencia la discusión que acababa de provocar entre esos dos extraños. Y preguntarse por la eternidad quien era Misaki.
— Perdone. ¿Sabría decirme en que planta y en qué zona se encuentra el establecimiento: "El Rey de los Dangos"?.
— Por supuesto, chico. Juraría que está dos plantas más arriba por la zona este.— Le contestaría el hombre de la pareja.
— ¿Pero qué dices? Esa planta es la de ropa y accesorios. Si es de comida está en la siguiente planta, pero no estoy segura de la zona. — Replicaría la chica que lo acompañaba.
— Es imposible porque estuve con Misaki el otro día y justo le comenté lo díficil que era bajar tantos pisos con el estomago lleno, y recuerdo que eran más de uno.
— Ya tardabas en mentar a Misaki, así que a ella sí la traes a comer a aquí pero a mi solo me traes de paseito para ver las vistas. Haz el favor de pensar por una vez en tu vida y hacerme caso, la siguiente planta es la de comida y la otra es de ropa.
— Que no, porque viniendo hacia aqui hemos visto que iban a dar un concierto en la planta de arriba, ¿cómo van a dar un concierto si es de comida? Y solo he mencionado a Misaki porque casualmente me la crucé cuando bajaba y caminamos juntos un rato, no porque la trajese a comer. Además, ¿qué demonios iba a hablar yo con Misaki? ¡Si su novio es dos veces yo!
— Osea que lo único que te separa de interesarte por ella es su novio. Y a mi que me den ¿no?
La cosa estaba subiendo de tono y ya no parecían ni recordar a Juro. Ahora el joven shinobi tendría que cargar sobre su conciencia la discusión que acababa de provocar entre esos dos extraños. Y preguntarse por la eternidad quien era Misaki.