21/08/2017, 23:07
La kunoichi logró acercarse nuevamente hasta la tienda, en donde las dependientes habían detenido cualquier producción de telas y diseños para acomodar un poco el alboroto del lugar. Por suerte, las instalaciones aún yacían perfectamente habitables y ningún vestido había sido robado, que era lo realmente importante.
La dependiente, que había visto de primera mano lo que Koko había hecho para corregir su error, la recibió con un ligero soplido que le levantó los mechones de cabello que le adornaban la frente.
—Por poco la has liado, muchachita. Entonces... ¿buscabas el vestido de lady-Yurikosama, ¿verdad?
Chasqueó los dedos, y alguien le trajo un enorme pedazo de tela cubierto por un protector, largo, de la altura de Yuriko, probablemente. Se lo dispuso por sobre el divisor, y continuó dedicándose a la limpieza.
La dependiente, que había visto de primera mano lo que Koko había hecho para corregir su error, la recibió con un ligero soplido que le levantó los mechones de cabello que le adornaban la frente.
—Por poco la has liado, muchachita. Entonces... ¿buscabas el vestido de lady-Yurikosama, ¿verdad?
Chasqueó los dedos, y alguien le trajo un enorme pedazo de tela cubierto por un protector, largo, de la altura de Yuriko, probablemente. Se lo dispuso por sobre el divisor, y continuó dedicándose a la limpieza.