23/08/2017, 18:48
—Bueno, cuando salimos de Kusa sabías a dónde venías, Yota-kun —contestó Yubiwa—. Bastaba con habérmelo pedido. Por eso os estoy enseñando esta lección. No es una reprimenda, es para que la próxima vez tengáis cuidado. No es algo para tomárselo a la ligera: podríais morir
En el fondo el de los cabellos azulados llevaba razón. supongo que el hecho de no querer perder ni un segundo en la búsqueda de aquel hilo me hizo una mala pasada.
— Supongo que tienes razón, Yubiwa-dono. Lo siento. Le prometo que no volverá a ocurrir
*Y ahora vayamos a dar por saco a esos villanos de poca monta*
—No hubo elección alguna. Fuisteis los primeros que se presentaron en el edificio, y las demás aldeas habían llevado dos genin también, de modo que... —explicó—. En el mundo ninja, a veces no hay un por qué. A veces te toca hacer algo y ya está. Esforcémonos todos para que la próxima vez sí os elijan por un motivo.
Estaba terminando ya de comer, de hecho, di un último sorbo al café que quedaba que ya empezaba a estar tibio.
—Yota-kun, eso no es propio de un shinobi profesional —dijo, levantándose—. Ni serio de un buen genin. Chico, esto es una misión muy importante y yo sólo soy un humilde jo-...
Fue como si de golpe y porrazo todo se congelase. Yubiwa nos dejó ver su rostro, aunque quizás hubiésemos preferido no hacerlo. Algo iba mal, muy mal. Habíamos visto a Yubiwa de muchas formas, pero no de aquella, totalmente paralizado por yo qué sé qué.
— Oye, lo siento, tampoco hace falta que te pongas así... Si no quieres firmarmelo no lo hagas...
¿Tanto se había molestado por lo del autógrafo? Me limité a guardar el permanente en la mochila de nuevo completamente confuso con lo que estaba pasando.
—¿Estás completamente seguro de lo que estás diciéndome, Inomaru-san? —Midió sus palabras despacio, como si tuviera miedo de conocer la respuesta.
»¿Es necesario que volvamos a Kusagakure?
»Bien.
— ¿Inomaru? — me pregunté en voz alta cuando de pronto me vino a la cabeza, previo golpe con el talón de mi mano diestra en la frente — ¡Joder, el Yamanaka! ¿Qué ha pasado, Yub..?
—La misión debe continuar. Son órdenes de Morikage-sama —sentenció—. Pero... pero... Gouna-dono. La Arashikage la ha asesinado.
Ahora me congelé yo. La Arashikage asesinando a la Uzukage. ¿Qué cojones estaba pasando? ¿El mundo se había vuelto loco? ¡Éramos aliados! Exacto, lo éramos, hacia tan solo unos segundos. Los segundos previos a que la Arashikage tuviese la brillante idea de dar fin a la vida de Uzumaki Gouna. Madre e hija, muertas el mismo año. Posiblemente Gouna fuese la Uzukage más efímera de todos los Uzukages que había visto la aldea del remolino.
— Espera, espera, ¿Qué mierdas significa que la Arashikage se ha cargado a Gouna-sama? ¡Estamos jodidos! Hay que ayudar a Kenzou-sama y... ¡¡¡ESTÁN DENTRO DE KUSAGAKURE!!! Quiéns abe lo que puede estar pasando allí ahora mismo... — mi tono de voz se apreciaba realmente sobre excitado, productod el miedo y del terror — Debería ir alguien hacia allí o... ¡Ya sé! Podrías usar tus clones, ¿No es así, Yubiwa-dono?
Una responsabilidad que ni yo mismo sabía de donde salía se había adueñado de mi cuerpo. Mis piernas se empezaron a moverse solas en dirección a Yubiwa, lo hacían tan rápido como podían hasta que me planté delante de él, completamente atemorizado y con la los ojos como dos naranjas.
— Podemos hacer eso, ¿Verdad, Yubiwa-dono? solo mientras nosotros nos ocupamos del hilo ese de chakra natural
Justo después agaché la cabeza por miedo a recibir una respuesta que no fuese de mi agrado pese a pensar que mi plan era perfecto.
En el fondo el de los cabellos azulados llevaba razón. supongo que el hecho de no querer perder ni un segundo en la búsqueda de aquel hilo me hizo una mala pasada.
— Supongo que tienes razón, Yubiwa-dono. Lo siento. Le prometo que no volverá a ocurrir
*Y ahora vayamos a dar por saco a esos villanos de poca monta*
—No hubo elección alguna. Fuisteis los primeros que se presentaron en el edificio, y las demás aldeas habían llevado dos genin también, de modo que... —explicó—. En el mundo ninja, a veces no hay un por qué. A veces te toca hacer algo y ya está. Esforcémonos todos para que la próxima vez sí os elijan por un motivo.
Estaba terminando ya de comer, de hecho, di un último sorbo al café que quedaba que ya empezaba a estar tibio.
—Yota-kun, eso no es propio de un shinobi profesional —dijo, levantándose—. Ni serio de un buen genin. Chico, esto es una misión muy importante y yo sólo soy un humilde jo-...
Fue como si de golpe y porrazo todo se congelase. Yubiwa nos dejó ver su rostro, aunque quizás hubiésemos preferido no hacerlo. Algo iba mal, muy mal. Habíamos visto a Yubiwa de muchas formas, pero no de aquella, totalmente paralizado por yo qué sé qué.
— Oye, lo siento, tampoco hace falta que te pongas así... Si no quieres firmarmelo no lo hagas...
¿Tanto se había molestado por lo del autógrafo? Me limité a guardar el permanente en la mochila de nuevo completamente confuso con lo que estaba pasando.
—¿Estás completamente seguro de lo que estás diciéndome, Inomaru-san? —Midió sus palabras despacio, como si tuviera miedo de conocer la respuesta.
»¿Es necesario que volvamos a Kusagakure?
»Bien.
— ¿Inomaru? — me pregunté en voz alta cuando de pronto me vino a la cabeza, previo golpe con el talón de mi mano diestra en la frente — ¡Joder, el Yamanaka! ¿Qué ha pasado, Yub..?
—La misión debe continuar. Son órdenes de Morikage-sama —sentenció—. Pero... pero... Gouna-dono. La Arashikage la ha asesinado.
Ahora me congelé yo. La Arashikage asesinando a la Uzukage. ¿Qué cojones estaba pasando? ¿El mundo se había vuelto loco? ¡Éramos aliados! Exacto, lo éramos, hacia tan solo unos segundos. Los segundos previos a que la Arashikage tuviese la brillante idea de dar fin a la vida de Uzumaki Gouna. Madre e hija, muertas el mismo año. Posiblemente Gouna fuese la Uzukage más efímera de todos los Uzukages que había visto la aldea del remolino.
— Espera, espera, ¿Qué mierdas significa que la Arashikage se ha cargado a Gouna-sama? ¡Estamos jodidos! Hay que ayudar a Kenzou-sama y... ¡¡¡ESTÁN DENTRO DE KUSAGAKURE!!! Quiéns abe lo que puede estar pasando allí ahora mismo... — mi tono de voz se apreciaba realmente sobre excitado, productod el miedo y del terror — Debería ir alguien hacia allí o... ¡Ya sé! Podrías usar tus clones, ¿No es así, Yubiwa-dono?
Una responsabilidad que ni yo mismo sabía de donde salía se había adueñado de mi cuerpo. Mis piernas se empezaron a moverse solas en dirección a Yubiwa, lo hacían tan rápido como podían hasta que me planté delante de él, completamente atemorizado y con la los ojos como dos naranjas.
— Podemos hacer eso, ¿Verdad, Yubiwa-dono? solo mientras nosotros nos ocupamos del hilo ese de chakra natural
Justo después agaché la cabeza por miedo a recibir una respuesta que no fuese de mi agrado pese a pensar que mi plan era perfecto.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa