23/08/2017, 23:25
—Oh, no se preocupe por eso. No es mi debut, no —dijo el genin, con la confianza de un aguerrido y experimentado ninja que sólo ha completado una única misión—. Y bueno, ¿De qué se trata? Me contaron que últimamente MouKou hace cosas raras, ¿No?
MouKou pareció comprender algo de lo que dijo, así que volteó la cabeza; y le mostró los dientes a Yota. Tokaro habló, también observando de reojo al chucho y acariciándole el tope de la cabeza.
—Sí, bueno; últimamente no ha estado tan obediente ni tan tranquilo como de costumbre. Él lleva conmigo alrededor de dos años, y aunque al principio fue difícil para él adaptarse a que le hayan dado de baja a su servicio como Ninken, por suerte terminó acostumbrándose al lugar, y a la pasividad de una vida lejos del abrumador mundo ninja. Me ayuda en todo, a arrear a las ovejas, a recoger sus pelajes, a darles de comer. A arreglar la casa. Es un gran compañero, y extremadamente útil.
MouKou se acostó, sin dejar de ver a Sasagani.
—Las últimas semanas, sin embargo, ha estado muy revoltoso. No obedece aún cuando debe hacerlo y no ha estado muy motivado a hacer nada que no quiera, y cuando intento hablar con él, se larga lejos, y se pierde.
»También cada noche, a eso de las doce; MouKou deja la granja por horas. Vuelve ya cuando amanece. Es muy extraño, nunca antes se había escapado, y mucho menos a altas horas de la madrugada.
Tokaro tocio, víctima de su vieja garganta, y se vio obligado a hacer una larga pausa. Para tomar té, y para dejar que Yota digiriera la información como mejor fuera capaz.
MouKou pareció comprender algo de lo que dijo, así que volteó la cabeza; y le mostró los dientes a Yota. Tokaro habló, también observando de reojo al chucho y acariciándole el tope de la cabeza.
—Sí, bueno; últimamente no ha estado tan obediente ni tan tranquilo como de costumbre. Él lleva conmigo alrededor de dos años, y aunque al principio fue difícil para él adaptarse a que le hayan dado de baja a su servicio como Ninken, por suerte terminó acostumbrándose al lugar, y a la pasividad de una vida lejos del abrumador mundo ninja. Me ayuda en todo, a arrear a las ovejas, a recoger sus pelajes, a darles de comer. A arreglar la casa. Es un gran compañero, y extremadamente útil.
MouKou se acostó, sin dejar de ver a Sasagani.
—Las últimas semanas, sin embargo, ha estado muy revoltoso. No obedece aún cuando debe hacerlo y no ha estado muy motivado a hacer nada que no quiera, y cuando intento hablar con él, se larga lejos, y se pierde.
»También cada noche, a eso de las doce; MouKou deja la granja por horas. Vuelve ya cuando amanece. Es muy extraño, nunca antes se había escapado, y mucho menos a altas horas de la madrugada.
Tokaro tocio, víctima de su vieja garganta, y se vio obligado a hacer una larga pausa. Para tomar té, y para dejar que Yota digiriera la información como mejor fuera capaz.