23/08/2017, 23:52
El primer pensamiento del hombre sobre Juro fue algo comedido, sabiendo que no puedes fiarte demasiado de las primeras impresiones, pensó que era un poco raro. Su reacción cuando le solventó la duda fue como si le hubiese salvado la vida, no había visto tanta alegría desde que le dieron un día más de vacaciones de lo que tenía planeado y se lo dijo a su mujer, quien ya estaba pensando en hacer limpieza general justo ese día y ya le tenía más que engatusado.
Tras su breve intercambio de información no le preguntó nada más y prosiguieron el camino en silencio. Que fue más bien breve, de hecho, increiblemente breve y Juro tendría la impresión de que ya había pasado por ahí. Varias veces.
En la misma puerta del pequeño local del Rey del Dango estaba esperando un señor bajito de pelo negro, con entradas de calvicie en la parte superior de la cabeza que tapaba con un bisoñé que no engañaba a nadie. Iba trajeado así que era fácil asumir que era el gerente del lugar.
— Joder, ya era hora.
Se acercó a la pareja que venía hacia la tienda. Miró a uno y despues al otro, cuando seguramente ambos estuviesen pensando si se referían a ellos o a su improvisado compañero el jefe volvería a hablar.
— Es a los dos. Tú,— dijo señalando al repartidor — mete eso dentro y ahora hablamos de la factura, que hace una hora que deberías haber venido.
El hombre musitó algo tan bajo que ni siquiera Juro que estaba a su lado y era un ninja pudo sacar en claro nada, pero por el tono y la cara que puso seguramente se había cagado en los muertos de alguien. Tras eso el enano trajeado se encaró a Juro y con solo echarle un vistazo al disfraz ya frunció el ceño.
— ¿Y tú donde vas con eso? Lo necesitas limpio. Vaya atajo de incompetentes estos ninjas, llegas tarde y encima con el traje sucio. Impresentable. Sube al piso de arriba y busca la tintoreria "Ducha fría". Dile que lo apunte en nuestra factura y que sea una limpieza inmediata, y esta vez rapidito eh, que no tengo todo el día para estar en la puerta esperando para llevarte de la manita.
Este hombre tambien se alejó de él musitando algo, pero en un tono más audible, aunque como se había dado media vuelta Juro solo se quedaría con crio y mierda como dos palabras clave.
Tras su breve intercambio de información no le preguntó nada más y prosiguieron el camino en silencio. Que fue más bien breve, de hecho, increiblemente breve y Juro tendría la impresión de que ya había pasado por ahí. Varias veces.
En la misma puerta del pequeño local del Rey del Dango estaba esperando un señor bajito de pelo negro, con entradas de calvicie en la parte superior de la cabeza que tapaba con un bisoñé que no engañaba a nadie. Iba trajeado así que era fácil asumir que era el gerente del lugar.
— Joder, ya era hora.
Se acercó a la pareja que venía hacia la tienda. Miró a uno y despues al otro, cuando seguramente ambos estuviesen pensando si se referían a ellos o a su improvisado compañero el jefe volvería a hablar.
— Es a los dos. Tú,— dijo señalando al repartidor — mete eso dentro y ahora hablamos de la factura, que hace una hora que deberías haber venido.
El hombre musitó algo tan bajo que ni siquiera Juro que estaba a su lado y era un ninja pudo sacar en claro nada, pero por el tono y la cara que puso seguramente se había cagado en los muertos de alguien. Tras eso el enano trajeado se encaró a Juro y con solo echarle un vistazo al disfraz ya frunció el ceño.
— ¿Y tú donde vas con eso? Lo necesitas limpio. Vaya atajo de incompetentes estos ninjas, llegas tarde y encima con el traje sucio. Impresentable. Sube al piso de arriba y busca la tintoreria "Ducha fría". Dile que lo apunte en nuestra factura y que sea una limpieza inmediata, y esta vez rapidito eh, que no tengo todo el día para estar en la puerta esperando para llevarte de la manita.
Este hombre tambien se alejó de él musitando algo, pero en un tono más audible, aunque como se había dado media vuelta Juro solo se quedaría con crio y mierda como dos palabras clave.