30/08/2017, 15:50
—Si, supongo que para una persona normal es así. Puede terminar confiándose, y morir por esa misma confianza sacada de una zona de confort. Pero también es cierto que para un genin este debería ser el único tipo de experiencias, el combate real está pensado para rangos superiores, para no poner en riesgo la vida de principiantes en éste mundo del ninjutsu.
Aquella respuesta, a pesar de estar cargada de razón no terminaba de convencer al peliblanco, era cierto que, con su rango actual no pretendía ninguna experiencia en la que poner en riesgo su vida, ya que no creía ser capaz de salir de ella indemne, pero aún así, algo más de riesgo no sería malo a su punto de ver las cosas.
El Senju se disponía a contestar a la pelirroja pero, de repente, un grito le cortó, activándole como si se encontrara en medio del campo de batalla, por lo que una vez más se puso en pie lo más a prisa que pudo y, al poco tiempo fue capaz de ver como un hombre corría desesperado en su dirección, como si lo estuvieran persiguiendo.
— ¡Eh! ¡Vosotros! ¡Por favor, ayudadme! —
El hombre, de no más de 35 años se dirigió a ellos dos, a toda velocidad hasta ponerse a su altura, respirando con dificultad, debería llevar un buen rato corriendo a aquel ritmo y estaba agotado. Se agarró del cuello del yukata de Aiko, desesperado.
— ¡Por favor, tenéis que ayudarme! Me están siguiendo, si me encuentran... seguro que... ¡Oh no! — El hombre parecía sumamente nervioso, por lo que el Senju se quedó mirando fijamente el lugar del que provenía, tratando de ver si era cierto que alguien le seguía, pero, por el momento, no aparecía nadie.
Aquella respuesta, a pesar de estar cargada de razón no terminaba de convencer al peliblanco, era cierto que, con su rango actual no pretendía ninguna experiencia en la que poner en riesgo su vida, ya que no creía ser capaz de salir de ella indemne, pero aún así, algo más de riesgo no sería malo a su punto de ver las cosas.
El Senju se disponía a contestar a la pelirroja pero, de repente, un grito le cortó, activándole como si se encontrara en medio del campo de batalla, por lo que una vez más se puso en pie lo más a prisa que pudo y, al poco tiempo fue capaz de ver como un hombre corría desesperado en su dirección, como si lo estuvieran persiguiendo.
— ¡Eh! ¡Vosotros! ¡Por favor, ayudadme! —
El hombre, de no más de 35 años se dirigió a ellos dos, a toda velocidad hasta ponerse a su altura, respirando con dificultad, debería llevar un buen rato corriendo a aquel ritmo y estaba agotado. Se agarró del cuello del yukata de Aiko, desesperado.
— ¡Por favor, tenéis que ayudarme! Me están siguiendo, si me encuentran... seguro que... ¡Oh no! — El hombre parecía sumamente nervioso, por lo que el Senju se quedó mirando fijamente el lugar del que provenía, tratando de ver si era cierto que alguien le seguía, pero, por el momento, no aparecía nadie.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»